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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Iranzo plantea laminación para frenar la COVID -19 y no perjudicar la economía

El médico especialista en inmunología explica en qué consiste esta estrategia y porqué puede generar mejores resultados que la cuarentena rígida.

Iranzo plantea laminación para frenar la COVID -19 y no perjudicar la economía

¿Cómo propiciar las condiciones para evitar aglomeraciones que, incluso en un confinamiento estricto, siempre están presentes? Es la pregunta que da vueltas en la cabeza de los ciudadanos y también las autoridades gubernamentales, departamentales y municipales en la búsqueda de mecanismos que contengan la curva ascendente de contagios de coronavirus en el país y Cochabamba.

Ante esta disyuntiva, el doctor Leonardo Iranzo (bachiller a los 10 años, egresado de Medicina a los 20 y especializado en Inmunología) propone una estrategia de laminación que, a pesar de buscar el mismo objetivo que la cuarentena (reducir la presencia de personas en las vías públicas), tiene métodos diferentes.

“La cuarentena estricta que consiste en que todos los que tienen un número final de cédula de identidad salgan para abastecerse en los mismos horarios genera aglomeraciones. Lo mismo ocurre en los bancos que también solo atienden en horarios determinados. Pasamos al confinamiento dinámico y los horarios de entrada y salida son los mismos para casi todos, lo cual genera saturación en el transporte público y congestionamiento vehicular”, señala el profesional para puntualizar las falencias que él nota en la cuarentena rígida, que aún persiste en Beni y Santa Cruz, que retomaron Sucre, Oruro y La Paz; como también respecto a las medidas flexibles que aún están vigentes en Cochabamba.

En esta tesitura surge el concepto de laminación, que es una estrategia que busca generar un distanciamiento físico en la población mediante la segmentación de grupos para diversas actividades. Es decir, por dar un ejemplo, que los horarios de ingreso a los supermercados y centros de abastecimiento no sean los mismos para todos.

“Una forma de generar grupos más pequeños que sean incluso más fáciles de controlar para las autoridades sería que las personas cuyas cédulas de identidad acaben en 1 y 2 salgan el lunes, pero no todos a la vez. Por ejemplo, que los hombres del número impar vayan al abastecimiento entre las 6:00 y 8:00 de la mañana, las mujeres de ese mismo número salgan entre 9:00 y 11:00. Los varones pares pueden ir entre las 13:00 y las 15:00. Las damas de ese dígito, entre las 16:00 y 18:00. Eso sería más efectivo que todos los de 1 y 2 salgan entre las 07:00 de la mañana y el mediodía o las 14:00”.

Esta propuesta requeriría una cultura de orden en la sociedad y para el especialista representa el punto de “equilibrio ideal” en el que no se subestima al virus, ni tampoco se genera condiciones extremas para la economía de la gente. “Contraer el virus y perder la vida es un riesgo potencial. Pero quedar encerrado en casa sin trabajar y acorralado por las deudas es un camino seguro al hambre y la desgracia”, enfatiza el doctor Iranzo.

Asimismo, el profesional recomienda que las conferencias de prensa deberían realizarse de manera virtual para evitar grandes conglomerados de periodistas en espacios cerrados que tienen poca ventilación.

El inmunólogo afirma que hasta que llegue una vacuna o salga un tratamiento, la gente no puede quedarse esperando con las manos cruzadas. “Debemos convivir con el virus”.

Otro punto negativo para el especialista es la división de pacientes COVID -19 y otros que presentan patologías diferentes. “No es posible negarle el servicio médico a una parturienta por estar infectada con el virus. Varias veces el procedimiento se llevó adelante cuando la mujer embarazada tenía gripe, tuberculosis y otras afecciones tomando medidas de bioseguridad. ¿Por qué el coronavirus debería ser la excepción?”, expresa el profesional que terminó la escuela a los 10 años, egresó de Medicina a los 20 e hizo la especialidad de Inmunología en España.