Impiden que manifestantes lleguen a la Casa Blanca
Cientos de manifestantes volvieron a congregarse ayer en el centro de Washington en una protesta pacífica por la violencia policial contra los afroamericanos, pero una enorme valla les impidió acercarse a la Casa Blanca, mientras las autoridades prometían reforzar más el dispositivo de seguridad.
“¡No puedo respirar!”, coreó un centenar de personas, que se tendieron en el suelo a la vez para repetir la frase que enunció el afroamericano George Floyd la semana pasada, poco antes de morir por asfixia debido a la presión que ejercía sobre su cuello la rodilla de un policía blanco.
Los manifestantes se toparon con un nuevo perímetro protegido por las fuerzas de seguridad que les impedía acercarse a la Casa Blanca: una valla metálica de unos dos metros y medio de altura (8 pies) instalada recorría el extremo norte del parque Lafayette, contiguo a la residencia presidencial.
Fue en ese parque donde, la tarde del lunes, las fuerzas de seguridad utilizaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes y permitir que el presidente, Donald Trump, pudiera cruzar la plaza a pie para posar ante las cámaras con una Biblia en la mano ante la iglesia episcopal de Saint John.