Cada 27 de Mayo se celebra en Bolivia el Día de la Madre y para celebrarlo en distintos lugares se realizan actos de agasajo y reconocimiento. Los colegios son un escenario donde los estudiantes de todas las edades festejan a sus madres y procuran hacer que pasen este día con varias muestras de cariño y admiración.

Sin embargo, algunos niños o jóvenes no participan activamente de estos actos por la ausencia de sus madres. En algunos casos es por la muerte de ellas o porque no se encuentran en el país. Pero para el hijo de Lucio Huaranca, un padre soltero que vive en Cochabamba, la realidad es otra. Su madre no acude a los festejos de su colegio porque decidió dejarlo bajo la custodia de su padre y ausentarse.

Lucio Huaranca, paceño de nacimiento, pero cochabambino de corazón, cuenta como cada 27 de mayo debe hacer sentir a su hijo que lo quiere más que nunca para no provocar en él un desánimo. Y dice haberlo logrado porque acude a las celebraciones del colegio de su hijo acompañado de su madre, abuela del niño, quien ahora representa a la figura materna.

"El Día de la Madre es difícil por los compañeros, sus compañeros le decían dónde está tu mamá por qué no viene. Además a las reuniones la mayoría siempre van las madres. Tal vez por lo que no quiere saber nada de su mamá, alguna vez le dije si quería ir a visitarla, pero se pone a llorar y no quiere saber", expresó.

Ahora su pequeño tiene 13 años y conoce sobre la situación de su papá, es decir, que es padre soltero y trabaja para poder darle el sustento que necesita. Su madre se alejó de sus vidas hace ocho años cuando firmó un acta de mutuo acuerdo para dejarlo en custodia de su padre, ya que ella decidió formar otra familia. Se presentó en dos o tres Navidades llevándoles un obsequio, pero después su ausencia se hizo permanente.

Lucio reconoce que la relación con su ex pareja no funcionó y que tenían un trato cordial antes de su alejamiento y asegura que no oculta al niño ni guarda rencor por ella, reconoce que ella puede buscar a su hijo, que tiene el derecho de verlo y que existen varias formas de hacerlo.

"Tengo la suerte de tener a mi madre que siempre me ha apoyado en criar a mi hijo. Mientras voy a trabajar, mi mamá le cuida. Lo que pasa es que ella (la madre de su hijo) se ha conocido con otro hombre y se ha hecho su familia, desde que mi hijo tenía cinco años se ha quedado conmigo. No sé las razones por las que no lo ve, ni lo visita, ni nada", manifestó.

Mientras tanto, Lucio es feliz con el cariño y apego de su hijo. Relata que cada día se levanta por él, que trabaja por él, que disfruta alistándole la ropa y sus cuadernos para luego llevarlo al colegio. Reconoce que pudo encontrar un buen trabajo que le permite darle una vida digna a su pequeño y espera los fines de semana para compartir con él todo el tiempo posible antes que su pequeño se haga más independiente y mayor.

"Para mí, mi hijo significa todo, por él trabajo, mi hijo es todo para mí. El Día del Padre me dice que soy el mejor padre, me dice ‘te quiero papi’. Mis compañeros de trabajo saben que soy un padre soltero y me apoyan. El rol de ‘madre y padre’ es difícil, pero cualquier padre que quiere a sus hijos haría eso y más", concluyó.

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