Cuando aún tenía un Kindle, pude descargar Gotham Writers’ Workshop, Alexander Steel, ed. El título se parecía a una mala película de clase B. Y era mucho peor en español: Escribir ficción: guía práctica de la famosa escuela de escritores de Nueva York. Mi instinto y mi intelecto me decían que desconfíe de cualquier título que tuviera “famosa” en su portada, como aprendí a desconfiar de las frases “best seller” o “diez mil ejemplares vendidos”. Estaba equivocado.

Existen dos posturas en el mundo de la escritura: 1. Nadie te puede enseñar a ser escritor (como nadie te puede enseñar a ser entrenador Pokémon). 2. Nadie te puede enseñar a ser escritor, pero puedes aprender técnicas y con esas técnicas puedes aprender a contar historias y, con el tiempo y el fracaso, quién sabe, puedas convertirte en el escritor que quisiste ser.

En Bolivia no existe un taller regular de escritura (lo más cercano es la Carrera de Literatura de la UMSA, donde te enseñan a interpretar textos y no a escribir relatos; creo que en Santa Cruz hay talleres cortos que la escritora Magela Baudoin ofrecía). En España y Estados Unidos existen escuelas de escritura e incluso carreras universitarias que ofrecen licenciaturas en escritura creativa.

Escribir ficción: guía práctica de la famosa escuela de escritores de Nueva York proviene de una de estas escuelas de escritura. Y es uno de los libros más completos para quien quiera aprender a escribir relatos (desde cuentos hasta novelas). Está dividido en: Los personajes, La trama, El punto de vista, Las descripciones, Los diálogos, El escenario/El ritmo, La voz, El tema, La revisión (e incluso hay algunas sugerencias para poder publicar o enviar los relatos a revistas del extranjero).

Si preguntas a algún conocido escritor boliviano (porque amigos hay muy pocos y es un círculo cerrado y viciado de soberbia y prejuicios) cómo aprender a escribir, él te dirá con una mirada perdida en el vacío y con una voz ronca y pastosa: debes leer mucho. Es como si a alguien que quiera aprender música le dijesen: debes escuchar mucha música. Es un error, según Escribir ficción: guía práctica de la famosa escuela de escritores de Nueva York. Sólo conseguirá uno convertirse en un lector voraz (o melómano) y pare de contar.

A través de esta guía uno también podrá aprender a leer como escritor: analizar las frases y el sentido que quería darle quien escribía para crear golpes de efecto o ralentizar el relato o generar suspenso.

Además, los ejemplos que se utilizan son de novelas y cuentos que son parte de la literatura occidental, como El gran Gatsby, Por quién doblan las campanas, Orgullo y prejuicio, Ana Karenina, Catedral, Los miserables, Un hombre bueno es difícil de encontrar, Las cosas que llevaban los hombres que lucharon: un abanico de relatos que también nos trazarán un camino, un horizonte, nos fabricarán una brújula.

No se me malentienda, sí es necesario leer mucho, pero como escritor, y también practicar mucho. Y con el tiempo (como sugirió Tolstoi a uno de sus discípulos), con las experiencias, con el amor y el desamor, con el enfrentamiento con la muerte, con el nacimiento de un hijo, con la desidia de un padre, con la traición de un amigo, con los viajes realizados, con la soledad y la frustración, uno podrá ser escritor.



Escritor y periodista - [email protected]