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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Gobierno prevé déficit del 12,1%, el doble de lo previsto para 2020 y el más alto de los últimos 7 años

El Presidente del Banco Central de Bolivia expuso las consecuencias económicas por la pandemia, que significa una disminución de los ingresos del sector público, un aumento de los gastos del sector público producto y otros efectos.
Dinero, en moneda nacional. DICO SOLÍS
Cajero de un banco cuenta dinero. DICO SOLIS
Gobierno prevé déficit del 12,1%, el doble de lo previsto para 2020 y el más alto de los últimos 7 años
El Gobierno proyectó un déficit del 12,1%, el doble de lo que estaba proyectado para este año y el más alto de los últimos siete años consecutivos, por efecto de la pandemia del coronavirus, además de una inflación de 1,7% y una caída del Producto Interno Bruto (PIB) alrededor de 6,2%.

“Considerando todo lo que ha pasado por la pandemia, que significa una disminución de los ingresos del sector público, un aumento de los gastos del sector público producto de la pandemia estaríamos subiendo el déficit de 7,2 el 2019 a un nivel de 12,1% el 2020”, sostuvo el presidente interino del Banco Central de Bolivia (BCB), Armando Pinell, después de la firma del Programa Financiero Revisado 2020 con los ministros de Economía, Óscar Ortiz, y el de Planificación del Desarrollo, Branko Marinkovic.

“El Programa revisado prevé una caída del PIB alrededor de 6,2% y una inflación de fin de período en torno a 1,7%. Asimismo, las metas revisadas indican un déficit más alto, ampliamente justificado en la caída de ingresos y el incremento de gastos emergentes de esta crisis sanitaria”, señala un comunicado conjunto y añade que el “financiamiento interno neto no es muy diferente al de gestiones anteriores y es mesurado en el contexto actual” y la “disminución de las Reservas Internacionales Netas (RIN) estaría entre las más bajas de los últimos años, habiendo mantenido hasta el momento un comportamiento destacado”.

Pinell explicó que esta proyección es bastante "mesurable" tomando en cuenta la crisis que ocasionó el virus en la economía del país la cual es menor que la de otras naciones de la región. Dijo que esa proyección establece que del déficit fiscal para este año llegue a 32.121 millones de bolivianos, superior a lo registrado en 2019 cuando alcanzó los 20.405 millones de bolivianos, en los hechos 11.000 millones más de lo que estaba proyectado.

El ministro Ortiz recordó que el problema del déficit fiscal del país comenzó en la anterior gestión, en 2014, cuando llegó a 3,4% luego de la caída de los precios del petróleo y que se fue arrastrando hasta 2018 cuando alcanzó 8,1% y 7,2% el 2019. Recordó que el 6 de febrero se proyectó reducir ese gasto fiscal a 6,6% pero por efecto del coronavirus se duplicó (12,1%).

Ortiz indicó que el acumulado de déficit entre 2014 y 2019 asciende a 106.492 millones de bolivianos. “Es la crisis que heredamos, esa es la situación que nos dejó la anterior gestión”, añadió.

“Este programa garantiza la estabilidad económica nacional y sienta las bases para reactivar la actividad productiva en el país y así preservar los empleos de los bolivianos”, aseguró Ortiz y afirmó que el Programa Financiero Revisado 2020 es una respuesta coordinada de autoridades fiscales monetarias y de planificación a la “crisis más grave que haya enfrentado el país en las últimas ocho décadas. Es una política concertada decidida, responsable y consistente frente a las limitaciones que no impone la Asamblea Legislativa, para acceder a los recursos externos que se han conseguido tanto por créditos internacionales como los que podríamos haber logrado mediante la emisión de bonos el exterior”.

Menos ingresos y más gastos

De acuerdo con el presidente en ejercicio del BCB, Armando Pinell, las revisiones realizadas, del programa inicial que había sido suscrito el 6 de febrero de 2020, están explicadas en la caída de ingresos y el incremento de gastos emergentes de la pandemia Covid-19 que, junto a los enormes costos en vidas humanas, ha implicado la mayor crisis económica global de la historia conocida.

Las autoridades coincidieron en que, la caída del ingreso nacional y las restricciones al financiamiento externo han demandado que el BCB sea la principal fuente de recursos del sector público y del sistema financiero, sin descuidar el objetivo de preservar la estabilidad de precios y el poder adquisitivo de la moneda nacional.

Pinell manifestó que, la política monetaria, en tanto no afecte al objetivo constitucional de este ente emisor, profundizará su orientación expansiva, realizando nuevos impulsos e innovaciones.

En cuanto a la política cambiaria, dijo que continuará con el objetivo de anclar las expectativas, manteniendo la estabilidad del tipo de cambio.

“Estas políticas, junto con las políticas fiscal y de inversión pública, estarán dirigidas prioritariamente a la atención y preservación de la salud y la vida de la población boliviana, fomentando al mismo tiempo acciones para la recuperación de la actividad económica y del empleo”, explicó.

Además, continuó, la entidad emisora aseguró que, en el ámbito de su competencia, continuará empeñada en preservar la liquidez del sistema financiero y desarrollo del mercado de valores como canales idóneos para la economía, apoyando también al sector público no financiero. “Se reitera que es importante que se facilite el ingreso de recursos externos que la comunidad internacional está ofreciendo a todos los países, consciente de las enormes necesidades económicas y sociales que ha implicado el escenario actual”.