Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 10:02

JUNTO CON LA VESTIMENTA DE LA CHOLA BOLIVIANA

Fusionan cocina y costura para homenajear a La Paz

Conemorando los 210 años de la gesta libertaria de la “Ciudad del cielo”, se prepararon platos y exhibieron arte textil.
Fusionan cocina y costura para homenajear a La Paz


La alta cocina y la alta costura se fusionaron ayer en La Paz con motivo de los 210 años de su gesta libertaria en una muestra que también incorporó la vestimenta de la chola boliviana y la totalidad de ingredientes producidos en esta región occidental de Bolivia.

La actividad consistió en proporcionar a más de medio centenar de comensales algunos platos bolivianos realizados y transformarlos con ingredientes del altiplano, valles y Amazonía de La Paz, al mismo tiempo que se exhibían modelos con prendas hechas en paño de alpaca, lana de oveja, cuero de llama o de vicuña.

"Los trajes están inspirados en los productos con los que se ha trabajado el menú" dijo a EFE la organizadora del evento Sumaya Prado que es gerente de comunicación del restaurante Gustu, uno de los más reconocidos en Suramérica.

En la actividad participaron 32 modelos que lucieron las creaciones de Fashion House of Beatriz Canedo Patiño y Eliana Paco High Fashion Colection bajo la muestra "Interculturalidad" que entrelaza las identidades urbanas con la de la chola boliviana o mujer de pollera, respectivamente.

"Lo más importante es que hoy estamos haciendo historia", dijo a EFE Deanna Canedo, que mencionó que la exhibición no tiene antecedentes en Bolivia y el mundo.

La diseñadora aseguró que a parte de articular las estéticas de la alta costura y la gastronomía se busca dar un mensaje de "inclusión" y "diversidad" entre la moda propiamente urbana y la identidad de la mujer aimara o chola.

La chola boliviana se caracteriza por portar un sombrero tipo hongo, joyas artesanales, una manta con bordados y formas brillosas además de una pollera larga con ondulaciones que llega casi hasta el piso.

"Los trajes están inspirados en los colores que el comensal va a poder observar en su mesa", precisó la diseñadora en moda aimara Eliana Paco. Este circuito gastronómico y de moda comenzó con la presentación del cuñapé, un bocadillo propio del oriente de Bolivia originalmente preparado a base a harina de mandioca y queso, atractivamente vistoso por los tonos amarillos y dorados que presenta en una superficie irregular.

La innovación fue que la harina se hizo en Gustu se basó en tuétano de llama y se acompañó con mantequilla hecha a base de hojas de coca, un ingrediente de amplio consumo con fines rituales y alimenticios en el país.

Tras la presentación del bocado ingresaron los modelos con vestimentas de la misma gama de pigmentos que el alimento presentado.

El menú incorporó platillos como el palmito con vinagre balsámico, el ceviche de cola de lagarto, las papas amazónicas con cangrejitos o el cono de motacú, un fruto amazónico, seguido de una exhibición de moda.

Cada platillo estaba finamente hilvanado con los colores y la textura trajes mientras uno de los gastrónomos del restaurante daba una corta explicación de la preparación de cada platillo de manera que la vista se agudice al saborear y el paladar se afine al mirar. "Es una experiencia sensorial", señaló Canedo que enfatizó que las muestras de moda y gastronómicas son "obras de arte".

Muchos de los ingredientes provinieron de alejadas comunidades rurales de La Paz que no son hallados en los mercados urbanos.