La foto de Óscar y Valeria Martínez, un hombre salvadoreño y su hija de un año y 11 meses, ahogados en las orillas del río Bravo, frontera entre México y Estados Unidos, volvió a poner en debate el drama migratorio de los ciudadanos de Latinoamérica a Estados Unidos. El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García, expresó este martes su dolor e indignación por esta situación.
El hombre y su hija murieron ahogados el domingo 23 de junio, tras ser arrastrados por la corriente del Río Bravo, al intentar cruzar por Matamoros, del estado mexicano de Tamaulipas, hacia Estados Unidos. 
De acuerdo con Tania, la esposa y madre de las víctimas que logró sobrevivir, Valeria fue la primera en ser arrastrada por la corriente y su esposo, Oscar, fue arrastrado al intentar rescatarla, según Arestegui Noticias.
La foto volvió a desatar la indignación en las redes sociales sobre el drama de los migrantes que intentan cruzar la frontera para llegar a Estados Unidos en busca de lo que ellos consideran una mejor vida.
De acuerdo con el diario El País, en esa zona del río Bravo, al menos una persona al mes muere ahogada al intentar cruzar a Estados Unidos, cuenta Pineda-Jácome. Solo el año pasado fallecieron 283 personas mientras intentaban cruzar la frontera. En la última semana, un total de nueve personas, entre ellas cuatro niños, han sido encontradas sin vida en la frontera con Texas. Una crisis migratoria que sigue contando víctimas.
El vicepresidente boliviano fue uno de los que se manifestó sobre el drama de los migrantes en general y el hecho de esta muerte, en específico.
"Hoy lloré al ver esta fotografía. Vi en el desesperado abrazo de la niña al cuello de su padre, el abrazo de mi hija, el abrazo de millones de niñas a sus padres buscando refugio y protección en los momentos difíciles. Vi en el esfuerzo del joven padre por amarrar con su polera a su hija para que no se ahogue, el esfuerzo de millones de padres y madres que son capaces de arrancarse la piel para cobijar a sus hijos", manifestó García, a través de su cuenta de Facebook.
La autoridad detalló que el amor entre el padre y la niña, que intentaron migrar, fue cegado por el egoísmo de un estado, haciendo alusión a Estados Unidos. Y dijo que con la muerte de ambos vio morir "una parte de lo mejor de la humanidad".
"Y vi cómo estos gestos tan humanos, tan amorosos, eran derrotados por una maldita muerte provocada por el egoísmo de un Estado canalla que prefiere encerrarse y podrirse en su opulencia antes que compartirla con sus vecinos", aseguró.

El drama de la familia

La pareja de migrantes junto a su hija vivía en el municipio de San Martín, al oriente de San Salvador, y debido a la crisis que atravesaba decidió migrar al norte y para brindar un mejor futuro a su pequeña hija, contó la madre de Óscar Alberto a el diario de El Salvador.
Relató que Óscar Alberto dejó su trabajo en una pizzería, en tanto que Tania no hacía mucho tiempo que había dejado su trabajo de cajera en un restaurante de comida china, para dedicarse a cuidar a su bebé. Tras su viaje a México, en primera instancia, la joven pareja estuvo en un albergue para inmigrantes en la ciudad de Tapachula. Ellos comentaron a sus familiares que habían solicitado refugio en México, país que les extendió una visa para mientras resolvían la petición de ingresar a Estados Unidos.
Tras el deceso de este joven padre y su hija, la familia está a la espera de la repatriación de los cuerpos, que realizará el Gobierno de El Salvador, tras el compromiso del presidente Nayib Bukele, según informaron medios locales.