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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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El FMI vuelve a Latinoamérica

El FMI vuelve a Latinoamérica
Con el programa de asistencia financiera a Ecuador aprobado esta semana, el de Argentina del pasado año y la grave crisis económica de Venezuela, el Fondo Monetario Internacional (FMI) vuelve a implicarse en Latinoamérica tras años de distanciamiento y recelos.

Esta lunes, el Fondo anunció un programa de rescate de 4.200 millones de dólares para Ecuador destinado a reforzar "la posición fiscal y mejorar la competitividad" del país suramericano.

"Lo único que sorprende de Ecuador es el tiempo que han tardado en solicitar la asistencia del FMI, porque llevan bajo una importante presión financiera un tiempo", explicó Mónica DeBolle, economista del Peterson Institute de Washington y profesora la Universidad Johns Hopkins.

"Lo que probablemente ha pasado es que, además de los problemas internos, se ha sumado la presión adicional de la crisis de la migración venezolana y el efecto fiscal que conlleva", agregó.

El préstamo a Ecuador confirma el regreso de la institución financiera internacional, la punta de lanza de la ortodoxia de la economía de libre mercado, a una región en que los últimos años había apostado por políticas más izquierdistas.

En este sentido, el expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017) salió a criticar rápidamente el acuerdo, que calificó de "innecesario" y de "un garrotazo al pueblo ecuatoriano".

"Un acuerdo con el Fondo no es ningún logro, es solo sometimiento", remarcó Correa en una entrevista con EFE en Bélgica, donde reside.

El tabú se rompió el pasado año cuando Argentina, el país latinoamericano con una relación más convulsa con el FMI tras el fallido plan de rescate de comienzos de siglo, recurrió a la institución.

De manera inesperada, el presidente argentino, Mauricio Macri, llamó a las puertas del Fondo en mayo de 2018 para solicitar un multimillonario préstamo, cuyo monto tuvo que ampliarse más tarde en septiembre a 56.300 millones de dólares, en medio del desplome del peso y las dudas financieras de los mercados sobre la sostenibilidad económica.

El plan, por tres años de duración, exige agudos recortes en el gasto público por parte de Argentina para equilibrar las cuentas públicas.

Caso aparte es la profunda crisis de Venezuela, sobre la que la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, ha abierto ya la puerta a un programa de asistencia, aunque deberá ser solicitado previamente por el Gobierno de Caracas.