Muchas personas dejan huellas profundas a lo largo de su existencia. Néstor Ávila Palomo, fue una de ellas, y digo fue porque el virus que provoca la COVID-19 y que transita por el mundo causando dolor y muerte, le arrebató la vida esta madrugada. Durante más de dos semanas dio batalla al invasor de su cuerpo con ayuda de la medicina, pero no pudo lograrlo, sus 73 años fueron su punto débil.

Una vez que se conoció la noticia de su deceso, a través de las redes sociales, la tristeza embargó los corazones de cientos de sus exalumnos que lo recordaban, a pesar de los años transcurridos, como el profesor de Literatura que les enseñó a gustar de la lectura y las reglas de la escritura.

Uno de ellos, el reconocido escritor boliviano, Edmundo Paz Soldán, publicó en su muro de Facebook: “Anoche falleció don Néstor Ávila, mi profesor de Literatura en el Don Bosco. Me hizo leer Ficciones y La metamorfosis a los 14 años, y cambió mi vida. Me prestaba libros de su biblioteca particular, todos plastificados (recuerdo La Casa Verde). Me hizo leer el Quijote entero y no las versiones resumidas que se hacían leer a esa edad. El primer texto de mi primer libro (Las máscaras de la nada) se lo dediqué a él. Hoy estoy deshecho”. 

Ávila dedicó toda su vida profesional a la enseñanza. Fue profesor de la materia de Literatura de los establecimientos educativos: Maryknoll, María Auxiliadora, Centro San Francisco de Asís y Don Bosco, del cual también fue su director. Y será recordado como un hombre disciplinado, respetuoso y amante de la lectura y escritura.