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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Esperando la comida que el virus quitó a miles de trabajadores de Nueva York Jorge Fuentelsaz

NUEVA YORK
Cientos de personas hacen fila por alimentos en Nueva York. EFE
Esperando la comida que el virus quitó a miles de trabajadores de Nueva York Jorge Fuentelsaz

Patricia atendía los baños de un bar nocturno en Manhattan, Ricardo trabajaba en un restaurante, Jean en la construcción e Ivone en la limpieza hasta que el parón causado por el COVID-19 los dejó sin trabajo. Ahora, junto a varios centenares de personas esperan en una fila en el barrio más castigado por la pandemia en Nueva York para recoger los alimentos que ofrece una de las iniciativas surgidas para aliviar los estragos del coronavirus.

"No hay otro lugar aquí, tú vas a recoger comida y todo está lleno, no hay posibilidades de ir, no hay pasta para toda la gente, somos muchos y no alcanza, mucha gente viene por comida, aquí y en otros lados y muchos nos tenemos que ir sin nada, sin comida, y qué le das a tus hijos", cuenta a Efe entre lágrimas Patricia Gaspariano.

Como muchos de los trabajadores del distrito neoyorquino de Queens, Patricia, originaria de Ecuador, es una trabajadora indocumentada, por lo que no puede acceder a las ayudas de desempleo del Gobierno local, ni a la de 1.200 dólares ofrecida por el Gobierno federal como parte de un paquete de ayudas para paliar los efectos de la crisis económica que ha desatado la expansión de la enfermedad, que solo en el estado de Nueva York se ha cobrado la vida de cerca de 17.000 personas.

"Tengo un niño de 4 años, estoy desempleada por lo que está pasando, solo nos dieron un tiempo de receso en el trabajo, pero ya nos hablaron hace tres semanas y desgraciadamente a todos nos despidieron porque la situación no tiene para darnos a nosotros un incentivo, un dinero", cuenta con la boca cubierta con una mascarilla, mientras insiste: "Yo vine a trabajar, no a ser una carga para el país".

"TODOS TENEMOS QUE LUCHAR"

La avenida Roosevelt, que comunica los tres barrios más afectados por la pandemia en Nueva York, epicentro mundial del coronavirus, es surcada por algunos vehículos y peatones que se acercan a hacer cola a los escasos supermercados abiertos, donde solo se permite la presencia de un número determinado de clientes en su interior.

Pero la mayor parte de los negocios han cerrado las persianas metálicas y la calle ha perdido la vitalidad que le imprimían los negocios que vendían a viva voz sus productos o los innumerables puestos de comida que invadían sus aceras.

Ricardo, de México, cuenta que "estar encerrados" su mujer y sus tres hijos en un apartamento es estresante, pero confiesa que lo que más les ha afectado es la pérdida del trabajo, que lo ha llevado a buscar la comida que no pueden permitirse sin tener ingresos.

"Ahorita no hay para la renta, nadie está trabajando, no hay para la renta, para la comida. Todos tenemos que luchar y apoyarnos mutuamente", cuenta Ivone Morales, de 50 años, que vive con marido, sus tres hermanas y sus cuñados bajo el mismo techo.

Los ocho se han quedado sin empleo y ahora no tienen para comer, además de que, según cuenta, tampoco hay dinero para enviarles a sus hijos, que viven en Ecuador.