Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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La esperada reanudación del fútbol

La esperada reanudación del fútbol

Mientras saboreamos unos exquisitos pasteles de queso, hechos en casa, no dejo de pensar en lo que será del deporte boliviano, a partir de la insospechada reanudación de actividades, especialmente del fútbol, sobre el que todo gira, para gusto y disgusto.

Esta inédita guerra mundial, corona virulenta –todavía sin balas- puso contra las cuerdas al mundo entero. El deporte convertido –hace rato- en un negocio globalizado, siente el impacto, que tendrá consecuencias gravísimas.

Sobre la crisis del fútbol, que lo tiene postrado en la última casilla de Sudamérica, apareció esta colosal pandemia, que no sabemos qué efecto devastador o liberador tendrá en Bolivia.

No es secreto que ningún llamado club cumple a cabalidad los requisitos para recibir la licencia legal de funcionamiento, pero el director rentado, producto del reparto de prebendas, igual las otorga, cínicamente, para que la fiesta continúe en paz y los votos estén amarrados.

Como cada club y jugador son diferentes uno del otro, se sabe que la mayoría llegó a un acuerdo que implica rebaja de pagos mensuales, no se esperaba menos, sometidos a la cruda realidad del momento.

Son pocos los irresponsables dirigentes, que aún no conversaron con sus jugadores, provocando incertidumbre y estrés que deberían evitar.

La ausencia de fútbol provoca nostalgia de fútbol, con todas sus deficiencias y limitaciones, propias de nuestro nivel.

¿Cómo será cuando vuelva la disputa del torneo? Los jugadores no podrán saludarse como antes, tampoco festejar los goles, con abrazos, apretones, tumultos ni besos.

No podrán escupir como lo hacían, sin importarles que la televisión los enfoca, hasta cuando están haciendo peores cosas, que mejor no menciono.

No podrán reclamar de cerca al árbitro. Añorarán cuando se le acercaban a centímetros hasta sentir sus alientos y escupitajos, de hecho y de palabra.

¿Cómo serán las barreras en los tiros libres? La norma sanitaria establece una distancia de uno a dos metros para evitar contagios del temible COVID-19.

Lo que es peor, dicen que los partidos serán sin público. Solo ingresarán pocos privilegiados, como la prensa deportiva, para contarles lo que pase adentro.

Creo que nunca será igual, sin los aficionados o amantes del fútbol, alentando a sus equipos, insultando a los árbitros, haciendo olas, disfrutando o sufriendo un resultado.

Añoramos la normalidad.

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