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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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España ensalza el diálogo y negociación en Chile para una nueva Constitución

Ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. EFE
Ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. EFE
España ensalza el diálogo y negociación en Chile para una nueva Constitución
La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, trasladó este jueves a su homólogo de Chile, Andrés Allamand, el apoyo de España "al diálogo, negociación y esfuerzos" en ese país latinoamericano para la elaboración de una nueva Constitución y apuntó a una "nueva etapa" que propiciará "una senda de estabilidad y progreso".

González Laya y Allamand mantuvieron una reunión en Madrid en la que dialogaron "sobre la evolución del proceso de democrático" para la elaboración de una nueva Carta Magna chilena, tras la aprobación en plebiscito el pasado 25 de octubre, y las relaciones bilaterales entre ambos países en el marco de la Modernización del Acuerdo de Asociación entre Chile y la Unión Europea (UE), indicó el Ministerio español de Exteriores en un comunicado.

El encuentro sirvió, añadió, "para constatar el buen nivel de las relaciones bilaterales" y para repasar "los puntos más importantes de la agenda común, como la cooperación Antártica y la posible creación de un mecanismo bilateral de carácter permanente", entre otras cuestiones.

González Laya trasladó a Allamand que la modernización del Acuerdo de Asociación entre Chile y la UE "es clave para España" y destacó que "será beneficioso para todos".

Tanto Chile como España "otorgan una importancia prioritaria" a la modernización de dicho acuerdo, un proceso que se inició en 2017, según la nota.

Los dos responsables de Exteriores abordaron también las consecuencias, sanitarias y económicas de la pandemia de coronavirus y dialogaron sobre el fuerte impacto negativo en toda la región, pese a los "esfuerzos importantes" de las autoridades chilenas en este sentido.

González Laya subrayó que ese asunto es motivo de preocupación para España, el segundo inversor extranjero en el país con 700 empresas españolas que emplean a 140.000 personas.