El dólar inició la jornada de este viernes con una apreciación del 0,94 % frente al real brasileño, vendido a 5,58 reales, después de que volviera a renovar la víspera su máximo histórico en el país, presionado por la tensión política ante una eventual salida del ministro de Justicia, Sergio Moro.

El billete verde superó la víspera por primera vez el listón de los 5,50 reales por dólar y se apreció un fuerte 2,21 % frente a la moneda brasileña, para finalmente cerrar la sesión vendido a 5,52 reales en el tipo de cambio comercial, su máximo valor desde la creación del real, en 1994.

Este viernes, la divisa estadounidense volvió a abrir al alza en medio de las crispaciones políticas entre el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su ministro de Justicia acerca de la destitución del director general de la Policía Federal, Mauricio Leite Valeixo, anunciada hoy.

Con la fuerte subida, el dólar acumula una apreciación de más de un 37 % en lo que va del año y convierte al real en una de las monedas que más se ha devaluado en 2020 en el mundo.

En medio de la disparada de la divisa, el Banco Central de Brasil ha anunciado que subastará contratos cambiarios con la venta en el mercado futuro de "swap" (permuta financiera) por el valor de 3.500 millones de dólares para frenar la exponencial subida de la divisa.

El dólar sigue rompiendo récord tras récord en Brasil y, solo en las tres jornadas bursátiles de esta semana -el martes fue festivo en Brasil-, ha acumulado una subida de un 5,53 % frente al real.

El mercado cambiario se ha visto presionado en los últimos meses por el creciente aumento de la tensión política en Brasil, como la reciente destitución del ministro de la Salud Luiz Henrique Mandetta, quien fue sustituido por el oncólogo Nelson Teich.

Este viernes, el mercado acompaña con nerviosismo el desenlace de la crisis abierta entre el mandatario ultraderechista y el titular de Justicia a raíz de la exoneración del director general de la Policía Federal, que podría conllevar a una eventual renuncia por parte del exjuez Moro.

En el escenario externo, presionan los temores a los impactos del nuevo coronavirus y la posibilidad cada vez más cercana de una fuerte recesión en la economía global.