“Mis tres hijas me han dejado, no sé qué vamos a hacer. Tengo una gran pena, no sé si era su destino, pero este accidente me ha quitado todo. Esa noche, he recibido una llamada del celular de una de mis hijas y me han comunicado, desde el hospital, lo que había pasado”, manifestó Hermógenes Oropeza, mientras despedía ayer a sus seres queridos en el Cementerio General de Punata.

Tres hermanas (de 28, 25 y 22 años) y el bebé que esperaba la mayor de ellas perdieron la vida en un accidente de tránsito en la zona de Cristal Mayu, en el Trópico de Cochabamba, a más de 140 kilómetros de la ciudad. Algunos medios de comunicación de esa región precisaron que el hecho se registró en el cruce Villa Barrientos, en la ruta Jatun Pampa-Paractico, cuando el vehículo en el que iban se embarrancó al río al promediar las 22:00 del domingo.

Las hermanas menores, Evelin y Leidy, fallecieron de inmediato tras el embarrancamiento de la movilidad, mientras Jimena, la mayor de ellas, que se encontraba embarazada de casi cinco meses, fue trasladada aún con vida hasta el hospital de Villa Tunari, donde la intervinieron con la intención de salvar al bebé, pero ya no presentaba signos vitales.

El conductor del vehículo, una persona contratada por las hermanas, habría perdido el control del motorizado y se embarrancó. Él sobrevivió y presentaba algunos hematomas.

La familia vive en Punata. Hermógenes y su esposa tras enterarse de la tragedia viajaron a Villa Tunari y regresaron con sus hijas, que fueron veladas en su domicilio particular en Tambillo Centro. 

Familiares, vecinos y amigos acompañaron este martes a los progenitores y despidieron a las hermanas y al bebé Ismael en el cementerio de Punata.