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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Cosas del fútbol: feminismo

Cosas del fútbol: feminismo
El feminismo ha permeado diferentes esferas sociales y, definitivamente, el fútbol no es la excepción. Por el contrario, se convierte en una plataforma para las reivindicaciones feministas, como ha puesto en evidencia la Copa Mundial Femenina de Fútbol CMFF.

El fútbol, hasta hace poco considerado deporte masculino, no de forma natural, sino producto de prohibiciones para el ejercicio de la disciplina entre mujeres de inicios del siglo pasado, se hizo popular entre las mujeres, después de la II Guerra Mundial, a pesar de las limitaciones de acceso a espacio y oportunidades de entrenamiento. Es en 1991 que la FIFA inaugura la CMFF, reconociendo el progresivo desarrollo del fútbol femenino en el mundo. La Copa femenina, elogiada y valorada por su dinamismo, calidad técnica de las jugadoras y valentía para abordar algunas temáticas. A diferencia de sus pares hombres, quienes evitan referirse a asuntos políticos, las jugadoras del mundial aprovecharon el torneo para denunciar la sistemática discriminación en ese deporte, la desigualdad salarial y el machismo. La estadounidense Megan Rapinoe hizo público su desagrado por el presidente Trump y su intención de no jugar en el mundial por el machismo y la noruega Ada Hegerberg no participó por la misma razón. La brasilera Marta Vieira Da Silva rechazó el auspicio de una marca de zapatos como forma de pedir igualdad real.

Otros recursos se han puesto en marcha, como la denuncia de la jugadora Maca Sánchez contra la AFA en Argentina o el recurso por discriminación salarial en una corte federal de las futbolistas estadounidenses. La exportera Hope Solo, postulante a la Presidencia de la Federación de Estados Unidos, denunció por acoso sexual a Joseph Blatter, presidente de la FIFA quien además sugirió que las mujeres usaran cortos más ceñidos y camisas sin mangas, para atraer espectadores masculinos. Escuché hasta el cansancio la broma de que se esperaba con ansias, el momento de intercambio de camisetas entre las jugadoras del campeonato femenino. El “descuido” de la FIFA al programar tres finales de fútbol (Copa América, Copa de Oro y CMFF), la forma en que los periodistas se refieren a las jugadoras: muchachas; y la mirada hipersexualizada del fútbol femenino que se refleja en la valoración de las jugadoras en función de parámetros estéticos, son claras señales de la necesidad de cambiar el machismo del fútbol.