Los hombres que abusan de hormonas como la testosterona o los esteroides para el fisiculturismo pueden presentar declives en la producción de espermatozoides y testosterona, señal una investigación, informó HealthDay News.
La buena noticia es que esos cambios parecen revertirse una vez los hombres paran el uso excesivo de hormonas.
Aunque el uso de hormonas masculinas (andrógenos) no recetadas se ha disparado en muchos países ricos, ha habido poca investigación sobre su efecto en la función reproductiva de los hombres, incluyendo la producción de espermatozoides, la testosterona y la fertilidad, según la investigadora principal, Nandini Shankara Narayana, endocrinóloga en la Universidad de Sídney y el Hospital General Concord Repatriation, en Australia.
El estudio de 93 hombres incluyó a 41 que usaban actualmente testosterona o esteroides, 31 que los habían usado tres o más meses antes del estudio, y 21 hombres sanos que hacían ejercicio con regularidad pero que no usaban andrógenos.
En comparación con los hombres que dejaron de usar las hormonas o los que nunca las habían tomado, los usuarios actuales tenían unos testículos significativamente más pequeños, en promedio, y una producción más baja de espermatozoides, encontró el estudio.
Los usuarios actuales también tenían unos niveles más bajos de hormona luteinizante, que está implicada en la producción de testosterona, y de hormona foliculoestimulante, que está implicada en la producción de los espermatozoides, mostraron los hallazgos.
Los exusuarios no difirieron de los hombres que nunca habían tomado los complementos en términos de la producción de espermatozoides y los niveles de hormonas, lo que indica una recuperación completa, según el estudio, presentado el lunes en la reunión anual de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society), en Nueva Orleáns.
En promedio, los niveles de hormona luteinizante se recuperaron en un plazo de nueve meses después de que los hombres dejaran de tomar los complementos. La producción de espermatozoides volvió a la normalidad tras unos 14 meses, y los niveles de hormona foliculoestimulante se normalizaron en casi 19 meses, mostraron los hallazgos.