Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 18:11

Confrontar o aportar

Confrontar o aportar

La población boliviana se halla aterrorizada ante el coronavirus que con gran velocidad se fue diseminando por el mundo.  Hasta hace unos días nuestra  mayor preocupación era el dengue que  provocó muchas muertes; sin embargo,  fue suficiente la confirmación de dos primeros casos para que cunda el temor al contagio al extremo de provocar reacciones irracionales en la gente como impedir que la persona infectada sea atendida en un centro de salud.

Este problema del que nadie puede sentirse libre de padecer, pone al descubierto la gran deficiencia de infraestructura y personal de salud que arrastramos. Tuvimos prósperos años en los que los ingresos del Estado podían  fortalecer el Sistema de Salud, pero el Gobierno del MAS privilegió  la construcción de cientos de centros deportivos, de monumentales e innecesarios edificios,  aeropuerto  para favorecer a los que se dedican a actividades vinculadas con la coca, monumentos a personajes desconocidos, la inversión en propaganda dedicada a rendir culto y endiosar al caudillo y otros como depósitos en cuentas personales de sus dirigentes. 

Pero, como si todo ese daño no fuera suficiente, hoy con la mayor desvergüenza, desde el parlamento, donde el MAS tiene dos tercios, buscan desestabilizar al Gobierno con censuras. Cual rigurosos fiscalizadores, que no fueron durante 14 años, exigen que los ministros acudan a sus llamados,  justamente en un momento en el que se necesita que dediquen su tiempo en atender los problemas diligentemente  antes que asistir a interpelaciones sin sentido.

Es cierto que estamos en etapa electoral en la que cada quien busca sumar votos y confrontar al oponente, peor aún si éste lamentablemente se halla función de Gobierno; pero, más allá de esas mezquinas pretensiones que buscan sacar provecho de una crisis tan seria, lo que debería hacer el parlamento es contribuir con propuestas seriamente elaboradas, coordinar con el Ejecutivo para optimizar la gestión; instruir a sus seguidores a actuar con responsabilidad cuidando su salud y la de su familia cambiando hábitos de consumo e higiene y, sobre todo respetando las medidas de prevención que se adopten. 

Es momento de dejar de lado la confrontación y, al menos por una vez en la vida, ser propositivos y aportar con propuestas.