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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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‘Choko Burguer’ es condenado a pena máxima y prueban móvil económico

Félix Peña mató a su esposa Janett Aguilar 11 días antes de su boda religiosa, en marzo de 2018. La cuñada fue sentenciada a 15 años por complicidad y la empleada a un año y tres meses. 

Félix Peña, conocido como Choko Burger, sale de la audiencia donde fue sentenciado, en octubre. NOÉ PORTUGAL
Félix Peña Cabrera, conocido como el “Choko Burguer”, sale de la audiencia de juicio oral donde fue sentenciado a 30 años de cárcel. Noé Portugal
‘Choko Burguer’ es condenado a pena máxima y prueban móvil económico

Félix Peña Cabrera, conocido como el “Choko Burguer”, fue sentenciado anoche a 30 años de presidio sin derecho a indulto en el penal de El Abra por el feminicidio de su esposa Janett Jhoselin Aguilar, quien fue asesinada entre las 23:00 del 12 de marzo y las 03:00 del 13 de marzo de 2018.

El Tribunal de Sentencia 1 de Sacaba también dictó pena de 15 años para Roxana Aguilar, hermana de la víctima y cuñada del principal autor del crimen, por complicidad en el feminicidio y Norma Cruz, empleada de la familia, recibió un año y tres meses de prisión por encubrimiento. Ambas deberán cumplir la condena en la cárcel San Sebastián (mujeres).

“El Ministerio Público ha comprobado con prueba fehaciente la participación de cada una de estas personas en el hecho denunciado. Se ha establecido la autoría de Félix Peña”, manifestó la fiscal de materia Fabiola Clavijo.

Añadió que el Ministerio Público pedirá la modificación de las medidas cautelares por los riesgos de fuga y obstaculización a fin de que los acusados cumplan la sentencia condenatoria. El “Choko Burguer” se encuentra con detención domiciliaria y las otras dos implicadas tienen libertad con presentación periódica a la Fiscalía.

El propósito es que las tres personas sean trasladadas a las cárceles para evitar la presunta fuga u obstaculización, mientras se resuelve la apelación y la sentencia es ejecutoriada.

Al respecto, Juan Pablo Alcalá, abogado de Roxana A., señaló que apelarán porque, en su criterio, no se valoraron las pruebas e indicó que hubo contradicciones. “Hay una duda razonable y vamos a ver la sentencia integra porque hoy (anoche) se dictó la parte resolutiva y estaremos atentos para nuestra apelación”.

PRUEBAS

La abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez, manifestó que las pericias del caso apuntan al “Choko Burguer”, de 48 años, como el autor del crimen. Las cámaras de vigilancia de la casa de San Jacinto, donde se encontró el cuerpo sin vida, fueron desactivadas a las 10:40 del 12 de marzo.

Durante el juicio, representantes de la Fiscalía, el abogado particular Benjamín Gutiérrez y los abogados del Observatorio de Justicia Mercedes Cortez y Daniel Fuentes probaron que Janett Jhoselin no fue asesinada en un atraco, como quisieron hacer pensar en un principio los feminicidas.

Félix Peña inicialmente sostuvo que unos delincuentes habrían ingresado a su vivienda y mataron a su esposa, de 43 años. Se hubiesen llevado el celular de la víctima y entre 3 mil a 6 mil bolivianos, mientras él fue a comprar cerámica. El teléfono nunca más fue encendido, aunque uno de los investigadores sostuvo que los dispositivos robados normalmente los venden y cuando son encendidos, aunque con otro chip activan los mecanismos para encontrarlos.

El ahora sentenciado no presentó la denuncia ante las autoridades policiales por el supuesto robo y asesinato de su esposa.

Cortez añadió que la autopsia reveló que la mujer falleció unas 14 horas antes de la autopsia, que fue realizada al promediar las 17:00 del 13 de marzo. La data de muerte podía ser de hasta 24 horas antes. Sin embargo, el “Choko Burguer”, la cuñada y la empleada dijeron que Janett fue con su esposo a dejar a los niños al colegio al promediar las 07:45 de ese día, pero el examen médico dice que a esa hora la víctima ya estaba sin vida.

Los investigadores realizaron entrevistas a maestros y porteros, y ninguno vio esa mañana a la víctima.

Asimismo, el principal autor del crimen recorrió una ruta hacia San Jacinto la mañana del 13 de marzo para que las cámaras de seguridad municipales captaran su minibús y él pudiera sostener que llevó a Jhoselin a la casa de campo después de dejar a sus hijos en la escuela. Empero, las grabaciones de negocios particulares captaron que pasó solo porque no se ve la silueta de su esposa.

Los ahora sentenciados quisieron sostener que Janett fue asesinada a media mañana. El médico del hospital Solomon Klein dijo que la víctima llegó sin signos vitales y con diagnóstico de “rigidez cadavérica” al promediar las 11:15 a 11:30. Además, Félix Peña habría llamado a su hijo mayor y a su cuñada, antes de auxiliar a la víctima. “No llamó ni a una ambulancia ni a efectivos policiales y esperó unos 25 minutos a que lleguen los familiares”.

Cortez acotó que la víctima habría sido cambiada de ropa puesto que su prenda íntima (sostén) tenía más sangre que su polera. Testigos indicaron que la mujer fue vista por última vez con un deportivo plomo, pero encontraron solo la chompa y tras las pericias detectaron que sí tenía su sangre.

Se encontraron rastros de sangre en tres inmuebles de la pareja. El sentenciado tras el asesinato de su esposa derribó y cambió paredes y pisos, y la prueba de luminol no habría salido positivo si la infraestructura fue repintada.

Otro de los indicios es que el “Choko Burguer” no respondió las llamadas de la empresa que le entregaba pan a diario para la elaboración y venta de hamburguesas. El distribuidor lo llamó en reiteradas oportunidades durante la mañana, pero Félix no contestó presuntamente porque sabía que no iban a vender esa noche.

MÓVILES

Janett y Félix, con una relación de más de 25 años, procrearon cuatro hijos (que ahora tienen 25, 18, 11 y 6 años). Ambos vendían comida rápida y pusieron dos puestos de hamburguesas; uno en Las Islas y otro en el barrio donde vivían, en Bella Vista (Sacaba).

El móvil del crimen fue de carácter económico, según se develó en la audiencia de juicio oral que concluyó anoche después de tres días. La familia tenía cinco inmuebles. No se pudo demostrar que hubiera una relación extramarital entre el “Choko Burguer” y su cuñada, como presumía inicialmente la Fiscalía.

Janett era emprendedora, dedicada, trabajadora y no le gustaba mostrar lujos. Sus hijos declararon que prefería comprarse ropa americana de segunda mano para ahorrar. En cambio, su esposo exhibía prendas de vestir y zapatos de marca e incluso coleccionaba gorras y zapatillas deportivas. Además, le atraía apostar dinero.

La víctima administraba el dinero y decidía cómo invertir para que rinda más réditos y tenían diferencias con Félix, quien quería vender la casa de San Jacinto, pero ella se negaba. De acuerdo con la investigación dirigida por los fiscales Miriam Gutiérrez, Fabiola Clavijo y Villaca, el “Choko Burguer” planificó la muerte de su esposa para poder gastar el dinero como él quería y librarse de una mujer a la que había dejado de amar.

También discutían por infidelidades del “Choko Burguer”. Sus trabajadores indicaron que él la trataba mal y a veces era agresivo, pero ella decía que “todo estaba bien”. Sin embargo, dos meses antes del crimen, todo cambió. Félix le hacía regalos y parecía más enamorado que nunca e incluso le pidió que se casaran por la iglesia y empezaron con los preparativos.

La pareja pasó cursos prematrimoniales e incluso cumplieron con su confirmación en la parroquia de Pacata, pero 11 días antes de la boda, la novia fue asesinada.