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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Capturan a presunto feminicida que estranguló a cholita paceña

Capturan a presunto feminicida que estranguló a cholita paceña


Rufina Apaza Choque era una valiente cholita paceña, de 53 años, que luchó sola por sacar adelante a sus cuatro hijos. Tenía “buena mano” para la cocina y sus manjares criollos sirvieron para alimentar y hacer estudiar a su familia en Colcapirhua.

Sin embargo, su historia de sacrificio y superación no tuvo un final feliz. El 16 de marzo, el hombre al que ella amaba y con el que sostenía una relación de dos décadas, presuntamente le arrebató la vida estrangulándola con sus trenzas. Su cuerpo sin vida fue recogido de un lote baldío en la zona de Sausalito el 17 de marzo y llevado a la morgue donde permaneció varios días sin ser identificado.

Sus hijos denunciaron la desaparición en la División Trata y Tráfico de Personas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Relataron que su madre salió a cobrar por la comida que vendió a un grupo de albañiles de Colcapirhua y nunca más retornó.

El director de la FELCC, coronel Ronald Zabala, informó que los investigadores sugirieron a la familia buscarla en la morgue, donde finalmente la hallaron.

Las pesquisas comenzaron entonces. La familia contó que su madre tenía una relación sentimental desde hace años con un hombre llamado Marcelo P., con el que tenían discusiones y rupturas frecuentes. Rufina jamás priorizó su relación amorosa por encima de sus hijos y ese era un constante motivo de peleas.

El 16 de marzo, Rufina Apaza salió a efectuar las cobranzas de la comida que vendía y se encontró con Marcelo P. que la invitó a comer en un local de Colcapirhua. Allí bebieron unas copas y existen testigos que los vieron salir del local mientras discutían. Marcelo P., entrevistado por la Policía de Quillacollo, mintió en primera instancia diciendo que no conocía a la víctima. Después admitió que sí tuvo una relación con ella, pero no la veía hace un año.

Cuando supo que testigos lo vieron discutir con Apaza horas antes de su muerte, admitió que sí estuvo con ella y que pelearon, pero aseguró que no recordaba lo sucedido después porque “cuando me enojo, me pierdo y se pone todo blanco en mi cabeza y no me acuerdo de lo que hago”.

El hombre fue aprehendido y remitido a Fiscalía por el delito de feminicidio. Si es hallado culpable en el juicio podría ser condenado a 30 años de reclusión sin derecho a indulto. Rufina Apaza es la octava víctima de la ola de feminicidios en 2015 en Cochabamba.