El índice de personas que no tiene definido su voto o aquellas que anunciaron que votarán en blanco o nulo en los comicios presidenciales de octubre próximo es alto. Dos encuestas de intención de voto muestran que este indicador supera el 20 por ciento , porcentaje por demás interesante y hasta decisorio para la elección del próximo Mandatario del país.

Sin embargo, ¿qué están haciendo los binomios presidenciales para conquistar ese voto? Hasta ahora, aparentemente muy poco, cuando deberían explotar sus propuestas electorales y escuchar las demandas de la gente,  entre otros, en lugar de atacar al contrincante.

Muchos de los candidatos se han dedicado a utilizar las redes sociales para mostrar las debilidades del otro o los errores que cometieron en el pasado, además de  emitir mensajes cortos o presentar a sus candidatos a diputados o senadores.

Asimismo, utilizan las redes, principalmente el Facebook, para transmitir sus conferencias de prensa o mostrar imágenes de las visitas que vienen realizando a distintos lugares del país. Paralelamente, este medio les sirve para compartir las entrevistas que concedieron a medios televisivos o impresos.

Los candidatos de las distintas tiendas políticas en carrera ven a las redes como el mejor mecanismo para llegar al electorado y, particularmente, a aquel que aún no tiene definido su voto. 

 Por ejemplo, el candidato a la Vicepresidencia por el Frente Para la Victoria (FPV), Israel Franklin Rodríguez, manifestó que utilizarán dos estrategias para captar el voto de los indecisos:  el uso de las redes sociales y la visita casa por casa a los potenciales electores.

¿El Facebook, el Twitter e Instagram serán suficientes para ese cometido? Creemos que no.

Ojalá que los postulantes sepan aprovechar bien las redes más adelante, explicando las propuestas que tienen para  que el electorado comprenda cuál de ellos tiene las mejores soluciones a las demandas de la ciudadanía.

El electorado, seguramente, quiere conocer qué plantean los candidatos en materia de economía, educación o salud, entre otros temas.

Si ellos explicaran bien y a detalle, lo más probable es que de ese gran porcentaje que no tiene definido su voto, una parte se incline por alguno.

Es importante que los postulantes sepan también qué es lo que esperan de ellos. Una parte de su trabajo debería centrarse  en esto y no simplemente en el ataque o en la defensa.

Si bien es cierto que en una contienda electoral, lamentablemente la guerra sucia es parte del proceso, eso no quiere decir que los postulantes no aprovechen al máximo la difusión de las propuestas que tienen para encarar los mayores problemas que atingen al país.

Está bien que los candidatos realicen visitas a los barrios y  mercados, entre otros sitios populares. Sin embargo, en esos lugares no deberían conformarse solo con recibir besos y abrazos de sus militantes, sino acercarse a aquellos que ven  a distancia las actividades que realizan. El contacto con la gente es importante, pero, insistimos, no para recibir solo mixtura, flores o varios aplausos, sino también para explicar el plan de gobierno.

Los postulantes deben ser más creativos  y audaces, porque en ese porcentaje de indecisos puede estar el voto que les llevará a la silla presidencial.