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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 07:25

Cada vez más mujeres dejan de depilarse

La campaña “Januhairy” cuestiona la tendencia que obliga a las jóvenes a seguir moldes de belleza, aunque arriesguen su salud.
Cada vez más mujeres dejan de depilarse


Mujeres de todo el mundo dejaron de lado sus cuchillas y otros métodos de depilación en enero para dejar crecer su pelo por la campaña "Januhairy" (que, en inglés, combina la palabra "enero" y "peludo"). Algunas de ellas fueron alabadas por ayudar a promover la confianza en el cuerpo de una misma, mientras otras fueron consideradas desagradables. Sonia Thakurdesai estaba "muy indecisa" sobre contar su decisión de dejar crecer su vello corporal. "Recuerdo ver un montón de tuits en el momento en que ´Januhairy´ comenzó a ser popular, por parte de mujeres y hombres, atacando la campaña (y) diciendo que era asquerosa". "Pese a estar contenta de formar parte, la parte de publicarlo en redes sociales y decírselo a la gente me resultaba intimidante. El vello corporal es algo de lo que siempre me he sentido avergonzada, porque la gente pensaría que era sucia o grosera si hablaba abiertamente de ello". La joven de 19 años, procedente de West Yorkshire (en el norte de Inglaterra), explica que pese a la negatividad y los miedos iniciales, la iniciativa aumentó la confianza en sí misma. "Abrió el debate sobre este asunto: mujeres de todo el mundo están compartiendo sus experiencias y es un desafío para aquellas que sienten que deben depilarse pensar porqué es así".

"Me ha hecho sentir más cómoda conmigo misma y aceptar mi cuerpo en su forma imperfecta y natural". Por su parte, Sabine Fisher se quedó impactada cuando las personas cercanas a ella le mostraron su malestar por el hecho de que participara en la campaña "Januhairy".

Algunas culturas ven mal al vello corporal

Sabine Fisher de 18 años, de Rotoura, en Nueva Zelanda, considera que se ha "lavado el cerebro" a algunas culturas para que piensen que el vello corporal es algo "malo y raro".

"El vello corporal es bonito, pero cuando la gente ve mi axila, no me miran a los ojos, o se quedan pasmados mirándolo (el vello)". "No sé si será algo que seguiré haciendo siempre, pero por ahora me hace sentir bien y siento que es lo correcto. Mi belleza y lo que valgo no tienen nada que ver con mi vello corporal, o lo que otras personas piensen sobre él", zanja.

Crystal Marchand es transgénero y decidió dejar que su vello corporal creciera por primera vez desde su transición el año pasado.

"Me llamaron de todo. Me insultaron en público. Algunos se me quedaban mirando, otros ni siquiera me miraban".

Una interacción abusiva le llevó a afeitarse el vello facial.

Pero, pese a la reacción negativa, la joven de 32 años de Montreal (Canadá) explica que aprendió más sobre sí misma durante este proceso. "Hay cierto peligro en traspasar los límites y ese riesgo preocupó a algunos de mis seres queridos. Pero descubrí que podía sentirme femenina pese a todo mi vello corporal, que me ha turbado desde su llegada. Lo importante es aceptarme a mí misma”, concluyó Marchand.

LA INICIATIVA

Laura Jackson nunca pensó que la campaña "Januahairy" tendría este éxito.

Cuando creó la iniciativa, la estudiante de 21 años tenía un solo objetivo: animar a las mujeres a aceptar su vello corporal y recaudar dinero para obras de caridad.

Jackson explica que una mujer, que tiene barba causada por el síndrome del ovario poliquístico (SOB), le dio las gracias por hacerle sentir un poco menos "monstruo".

"Nunca pensé que alguien podría decir eso de sí misma", manifiesta la alumna de la Universidad de Exeter, en Inglaterra. Una adolescente de 13 años agradeció la campaña porque supo que no "estaba sola". 

RECOMENDACIÓN



El médico y dermatólogo catalán Ramón Grimalt advierte que quitar el vello púbico no tiene ninguna ventaja. “Las personas que piensan que son más higiénicas por depilarse dicha zona están equivocadas. El pelo es una barrera protectora. Eliminar el pelo en la zona púbica es un tema de moda, no de salud”, afirma. Entre los posibles riesgos se cuentan cortes, heridas, pelos encarnados, foliculitis (inflamación de los folículos pilosos o vellos enquistados), pustulosis, condilomas, herpes y enfermedades de transmisión sexual, según El Confidencial.