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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Bolivia triplicó en dos décadas el uso de agroquímicos

Bolivia triplicó en dos décadas el uso de agroquímicos

En dos décadas Bolivia triplicó el uso de agroquímicos para la producción de alimentos; expertos en medicina aseguran que con ello se pone en peligro la salud de la población, además de las consecuencias medioambientales. 


En 1999 se usaban 12 kilos o litros de agrotóxicos por hectárea cultivada, ahora se aplica 36 litros; es decir, tres veces más que hace 20 años; pero el rendimiento apenas se incrementó en un 12 por ciento . "Es decir el incremento en el uso de agroquímicos en estos últimos 20 años es de 400 por ciento y el rendimiento de un 12 por ciento . Son dos o tres productos que homogenizan la producción del país, en desmedro de la diversificación", manifestó Miguel Ángel Crespo, director de la ONG Probioma.

Según el INE, en 1999 se importó 25 millones de kilos de agrotóxicos, fertilizantes sintéticos y pesticidas, y a junio de 2018 el registro fue de 152 millones de kilos. Además, el Senasag estima que el 30 por ciento de estos productos ingresa vía contrabando. Por otro lado, en dicho periodo se amplió la frontera agrícola en un 78 por ciento . "Estamos hablando de 20 kilos por habitante en Bolivia, el departamento que más concentra el uso de estos químicos es Santa Cruz", sostuvo. 

Crespo, sobre las consecuencias del modelo productivo basado en la utilización de agroquímicos y transgénicos, asegura que las consecuencias sobre el medioambiente y la salud son evidenciables.

Impacto en la alimentación y el medioambiente 

De acuerdo a expertos de Probioma, el modelo de producción agrícola que se está desarrollando en el oriente del país no es sostenible, está vinculado al uso de agroquímicos nocivos para la salud y a los transgénicos; además apunta a la desestructuración del sistema alimenticio al inclinarse al monocultivo, especialmente de productos como la soya, quinua y coca, lo que afecta la variedad y soberanía alimentaria del país.

"Soya, quinua y coca, son los tres cultivos más rentables, entonces, claro, si uno es productor va por esos caminos, deja de producir otros alimentos, ese es uno de los problemas", dijo el experto que explicó que el monocultivo además de generar un déficit de alimento, afecta al equilibrio natural de la tierra y requiere del descampado de grandes extensiones. 

En un país de alta biodiversidad de semillas y plantas, en 2017 se importó un valor de $us 700 millones en alimentos como tubérculos, hortalizas, frutas y hasta flores.

Una nota de la BBC informa que Bolivia es el país más caro en términos de precios de alimentos en América Latina; el 63 por ciento del ingreso promedio de los bolivianos se destina a la compra de alimentos para el consumo. En países como Chile o Brasil está por el 18 por ciento de su ingreso promedio. Y en Europa y Estados Unidos es menos del 10 por ciento .

En ese sentido, activistas señalan que la permisividad apunta a que se está dando una subordinación del Gobierno al agronegocio de la soya. Y no solo de grandes empresarios, los pequeños productores entran a la lógica de producción, se asocian en grupos y venden a las grandes empresas soyeras, pero no tienen derechos laborales, además están expuestos a los silos (almacenes de grano) que ponen en peligro su salud.

El Censo Agropecuario de 2013 develó que la contaminación del agua por agroquímicos en las comunidades llegó a un 63 por ciento , en Santa Cruz. Además se detectó enfermedades en las semillas como la esclerotinia.

El dato preocupante es que se está utilizando herbicidas que han sido prohibidos en el mundo como el Paraquat, que fue utilizado durante la guerra de Vietnam. En la campaña de invierno de 2016 y 2017, 14 millones de litros/kilos de este químico se aplicó en las zonas soyeras, principalmente del Norte Integrado.

Respecto al avance en la utilización de transgénicos, Probioma señala que en Bolivia solamente está permitido un evento (combinación diferente de genes) de soya, sin embargo se sabe que ya hay otros eventos que circulan de forma ilegal. Asimismo se teme que en el país ya se produce maíz, algodón e incluso caña transgénica. 

"Entonces estamos hablando de alimentos que no son sanos debido a la utilización de agroquímicos prohibidos en el mundo y de alimentos caros debido a la importación a consecuencia de la tendencia hacia los monocultivos; pero el fuerte lobby de las empresas invisibiliza la problemática", aseveró Crespo.

El experto sostuvo que es posible cambiar de modelo, utilizado microorganismos y biocultivos en lugar de agroquímicos, lo que significaría ir en armonía con el medioambiente y la protección de la salud, además de abaratar costos.