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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Atienden más de 350 casos de mordedura de serpiente al año

Atienden más de 350 casos de mordedura de serpiente al año

Avelina F.A., de 47 años, llegó al hospital Viedma después de nueve horas de haber sido atacada por una serpiente cascabel, en el municipio de Aiquile. Ciprián, su esposo, contó que ella se expuso por “salvar” a su hija de 10 años que estaba caminando cerca del réptil en un lote del sindicato Mojon de esa localidad. Manifestó que tuvieron que “peregrinar” para que recibiera atención médica y fue derivada al hospital de tercer nivel.
Llegó con un diagnóstico crítico, la madrugada del 10 de mayo. Ciprián, un hombre que se dedica a la agricultura, caminaba por los pasillos sin “entender lo que estaba sucediendo”, mientras desahuciaban a su esposa. Avelina falleció tras permanecer internada una semana. “No recibimos una atención rápida. En Aiquile nos hicieron perder tiempo nomás”, manifestó entre  lágrimas. Ella dejó cuatro hijos en la horfandad.
En Cochabamba, al menos ocho pacientes llegan a hospitales por mordedura de serpientes cada semana, es decir, atienden más de 350 por año, informó el responsable de Vigilancia Epidemiológica del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Rubén Castillo. Añadió que reportaron hasta 20 casos, en época de lluvias, por semana. Indicó que el 90 por ciento de los afectados es del Trópico.
Ramiro Cadima, toxicólogo del hospital Viedma, manifestó que es la primera vez que una de sus pacientes muere por mordedura de serpiente, desde hace nueve años, cuando comenzó a trabajar en ese servicio público. Sin embargo, indicó que llegan al menos 15 pacientes en “estado grave” al Viedma, pero que los estabilizan con una intervención oportuna. Dijo que no hubo muertos.
IDENTIFICAR Cadima manifestó que se puede identificar a una serpiente venenosa a través de cuatro características principales. Una especie tóxica tiene dos colmillos, es decir, dejará en la piel dos puntos. En cambio, una que no es venenosa tiene varios dientes y generalmente es una culebra.
Añadió que la cabeza es triangular de una especie venenosa y ovoide de una que no es tóxica. En cuanto a los ojos, manifestó que en las pupilas tiene una línea en el caso de las ponzoñosas y redondas de las otras.
 Acotó que las serpientes venenosas tienen la cola que termina en punta, pero de manera abrupta. En cambio, las no tóxicas tiene una cola en punta, pero va alargándose de a poco hasta terminar.
El toxicólogo indicó que encontraron serpientes venenosas en varias regiones, principalmente, en el Trópico, pero también en Mizque, Aiquile. Cocapata e incluso en Cercado. En este último, hallaron en alrededores del Aeropuerto Jorge Wilstermann y en el Parque Tunari.
12 SERPIENTES CON VENENO En Bolivia, el 99 por ciento de los accidentes ofídicos (mordedura de serpiente que posee sustancias tóxicas) es causado por 12 serpientes pertenecientes a tres géneros: bothrops, crotalus y lachesis. Estas son serpientes que habitan en bosque húmedo tropical y subtropical. En Cochabamba, el 95 por ciento de los casos de mordeduras es de serpientes bothrops.
1. Bothrops Atrox. Es una serpiente conocida como barba amarilla, mapanare, jergón, mapaná, equis y jararacá amarilla. Es el réptil de mayor tamaño, alcanza hasta 200 centímetros de longitud. Es común en Pando.

2. Bothrops Matogrossensis. Es comúnmente llamada yope, yoperojobobo o chuta. Es una serpiente que llega a medir hasta un metro. Suelen hallarla en bosques secos, húmedos, chaco o chiquitanía. Se encuentran en Beni, Santa Cruz, Tarija y Cochabamba. Hace un sonido similar a la del cascabel.  
3. Bothrops Sanctaecrucis. Los comunarios la conocen como yoperojobobo, yope y chuta. Su coloración dorsal es canela a gris claro, y tiene manchas triangulares marrones y bordeadas de blanco. Están en Beni, Chuquisaca, Santa Cruz y Cochabamba.
4. Bothrops jonathani. Esta serpiente es conocida como yope, laripanok`a y yarará. Llega a medir hasta 88 centímetros y es de color marrón pálido con marcas marrón oscuras en forma de X o V, están rodeadas por líneas crema. Están en Cochabamba, Santa Cruz y Tarija.
5. Bothrops Bilineata. Es una reptil conocido como víbora lora y se caracteriza por su dorso verde pastel finamente salpicado de puntos negros y con manchas marrón rojizo. Su vientre es amarillo. Se encuentran en Santa Cruz, Pando, Beni y Cochabamba.
6. Bothrops Neuwiedi. Son conocidas como yarará chica, yarará overa, cabeza de candado o yarará pintada. Viven en climas secos y húmedos, en áreas abiertas, pero también en bosques e incluso habitan alrededor de viviendas.
7. Lachesis muta. Es una serpiente comúnmente llamada pucarara, cascabel puga, sicae, jarapa, cascabel púa. Es la única especie que pone huevos. Están en Pando, Beni, Santa Cruz, La Paz y Cochabamba.

8. Crotalus Durissus. Es una especie conocida como cascabel chonono. Es de color café claro con rombos definidos oscuros y bordes blanquecinos. Su vientre es amarillento y oscuro hacia la cola. Sacude el cascabel de la cola como señal de advertencia cuando se siente amenazada. Tienen hasta 40 crías, cada dos años.
9. Microrus Pyrrhocryptus. Es una serpiente conocida como mututuma o coral. Su coloración dorsal es blanca, roja y negra formando anillos en cuerpo. Cuando está molesta, se enrolla y esconde la cabeza, al mismo tiempo levanta la cola simulando una cabeza falsa.
10. Microrus serranus. Es conocida con el mismo nombre que el anterior. Habita en bosques secos, suelos arenosos y afloramiento rocoso.
11. Mucrorus Surnamensis. Los pobladores la llaman coral y se caracteriza por ser una serpiente robusta y la más grande de su especie. Mide hasta 120 centímetros. Las hallaron en orillas de ríos, arroyos y lagos.
12. Microrus sp. La conocen como coral verdadera, surari o coralillo.

Datos

Mordeduras
El toxicólogo del hospital Viedma, Ramiro Cadima, señaló que la mayoría de los accidentes ofídicos (mordedura de serpiente) se registran en cultivos, siendo la más afectada la población en edad productiva, es decir, de 15 a 50 años. Añadió que generalmente el animal ponzoñoso ataca a los miembros inferiores. Sin embargo, algunas personas tienen las heridas en las manos, cuello y cabeza.
Protección
Cadima recomendó a los pobladores adoptar medidas de protección, como el uso de botas, si ingresarán al monte; llevar un palo para ir separando la maleza y evitar la mordedura de una serpiente en el brazo, porque muchas especies habitan en los árboles.
Señaló que deben prestar atención a los ruidos. Comentó que una cascabel hace ruido con la cola en señal de advertencia. “Ella es muy territorial y defiende su área. Y en verdad invadimos su hábitat”.
Atención
El toxicólogo del Viedma señaló que lo más importante es llevar al paciente con mordedura de serpiente lo antes posible a un servicio médico. Añadió que el afectado debe evitar hacer movimientos y debe permanecer tranquilo.  “El veneno irá más rápido si hace movimiento muscular. Algunas personas se ponen a correr ante la desesperación, pero deben permanecer quietas”.  Señaló que no es recomendable realizar cortes o torniquetes porque podrían ajustarlos demasiado y afectarlos aún más. El afectado debe ser trasladado al hospital y le administrarán el antídoto.