Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 08:49

Artistas plásticos en cuarentena: inspiración, producción y experimentación

Acostumbrados al trabajo solitario en su taller, tres pintores nacionales cuentan como toman el tiempo libre para dedicarlo a su visión creativa. 
Obras de Alejandra Alarcón y Marcelo Suáznabar.
Obras de Alejandra Alarcón y Marcelo Suáznabar.
Artistas plásticos en cuarentena: inspiración, producción y experimentación

Al igual que todas las esferas de la sociedad, el mundo de la cultura se ha visto paralizado o mínimamente transformado por el confinamiento para hacer frente a la pandemia del coronavirus. Unos artistas que se han visto bastante prolíficos en las redes, subiendo sus trabajos, son los plásticos o visuales, explotando lo que parece ser una máxima en su área: el trabajo en solitario.

Con los talleres dispuestos en sus casas, estos artistas no han visto mermadas su horas de trabajo, e incluso se han visto inspirados por la coyuntura. La pintora boliviana radicada en México, Alejandra Alarcón ha empezado a publicar una serie de acuarelas, donde las constantes son diferentes huesos como cervicales o columnas postradas en sillas o sofás, con algunas plantas como ornamento. 

“Podría decir que mi vida siempre ha estado en cuarentena, que siempre he vivido en esta especie de tiempo fuera del tiempo y siempre adentro.  Ha cambiado en que ahora no vienen mis alumnos y que Ari, mi hijito, no esté asistiendo a la escuela”, afirma la ganadora de la beca  Pollock-Krasner de Nueva York. 

Fiel a su estilo, estas nuevas obras de Alarcón se disponen en un universo de símbolos, donde cada forma está correlacionada con un significado, a través de una pincelada suave y briosa que suele contrastar con su fuerte contenido. “Son preguntas que siempre han estado en mi mente. Si un hueso es un cuerpo, si un cuerpo es una persona, o si es un pedacito de madera como el de la silla. Sobre el equilibrio en naturaleza en la que lo humano vuelve a formar parte de un todo”.

Más que preguntas, Alarcón ofrece reflexiones:” La vida continuará, no somos tan importantes. No somos el centro, somos parte de un todo, que debería estar en equilibrio.  Estos tiempos apocalípticos espero harán replantearnos otras formas de vivir, de trabajar, de ser solidarios, de tener alteridad, de pensar en el otro y de concebirnos como un todo”.

Otro artista que se ha encontrado inspiración directa con la actualidad es el orureño Marcelo Suaznabar, quien vive hace más de 30 años en Newmarket, provincia de Ontario, Canadá, donde se han registrado más de 500 contagiados. Da vida a sus personajes de siempre, figuras zoomorfas combinadas con partes humanas, pero en este caso con máscaras de gas o dispuestas en “ambientes cerrados”, haciendo referencia, quizá, a la cuarentena. 

“Mantengo las mismas horas de trabajo de nueve a 10 por día. Mi taller está en la planta baja, tiene dos entradas por el patio que a su vez da a la calle y por un pasillo principal de la casa, es independiente con mucha luz y ventilación podría decir amplio para poder trabajar sin mezclar con los asuntos de la casa”.

El tiempo ha dado paso, del mismo modo, a probar otros caminos y experimentar con otros materiales. Es el caso del pintor cochabambino de larga trayectoria, Gonzalo Ribero. Acostumbrado a agregar elementos no convencionales como arena a sus obras para dotarlas de mayor textura, el arquitecto de profesión ha decidido utilizar café para sus nuevas producciones; además de estar preparando una pieza para la Casona Bickenbach, ahora Cala Cala. 

“Empiezo a echar el café en la obra seguido de Carpicola, parece café con leche. Mantengo mis formas arqueológicas con esos astros que emanan luz y van formado degradaciones de color”, 

Estas obras en realidad las preparó Ribero para una exposición que se iba a desarrollar en el café Origen, que debía inaugurarse esta semana, suspendida por la pandemia. Del mismo modo se lamenta Suaznabar, quien tuvo que cancelar vuelos a Estados Unidos y Guatelama para dejarlos más adelante. Espera que el panorama se torne más optimista para la subasta de Arte Latinoamericano JUANNIO 2020, que se llevará a cabo en junio en Guatemala.

La misma esperanza la guarda Alarcón, con miras a su exposición en la casa Melchor Pinto de Santa Cruz, en septiembre.