Los Ángeles Contra el COVID, en sus sedes de Ushpa Ushpa (zona Sur de Cochabamba) y de la Calampampa (cerca de a EPI Norte), atienden hasta 800 pacientes al día. Los médicos voluntarios y los enfermos tienen al menos siete requerimientos.

Hay 12 internados en una Organización Territorial de Base (OTB) de la zona norte donde están alojados algunos médicos voluntarios. La demanda de atención es tan elevada, que algunos son acostados en el suelo de ese establecimiento.

Frente al colapso del sistema de salud público, reciben pacientes que llegan desde municipios que están fuera del eje metropolitano, como Vila Vila, que queda a más de 200 kilómetros de la ciudad. Los responsables del centro de atención COVID zona norte, Ariel Gonzales y Romy Cueto, dijeron que “la gente se siente mal, le falta oxígeno y está con riesgo de fallecer. En esas condiciones peregrina por hospitales de sus municipios y, al ver que no hay atención, acuden a nosotros”.

Acotó que, incluso, recibieron a enfermos provenientes de municipios del Trópico.

NECESIDADES

Cueto dijo que aún no colapsaron, pero necesitan implementos para dar “condiciones mínimas” a los pacientes que acuden hasta sus dos sedes.

Entre sus principales requerimientos están tubos de oxígeno, camas, insumos, medicamentos, víveres, material de bioseguridad. “Somos 25 voluntarios que vamos rotando en diferentes turnos, 24 horas al día, y ya no nos alcanza los guantes porque para cada paciente uno tiene que cambiárselos”.

También se pueden realizar donaciones de Niofen Flu, vitamina C y D (de 1 gramo) y zinc, de acuerdo con una publicación en su página oficial en Facebook.

Sugirió hacer llegar las donaciones a los centros de la zona norte o sur de la ciudad, debido a que hay gente “inescrupulosa” que recolectó víveres a nombre de Ángeles Contra el COVID.

PERSONAL

La doctora Teresa Céspedes, también de la organización, dijo que hay más de medio centenar de voluntarios, entre profesionales de Cochabamba y Santa Cruz.

A veces, los vecinos o restaurantes se solidarizan con ellos para darles refrigerio o comida. Cueto aclaró que no perciben sueldos y, algunos, aportaron para equipar sus centros provisionales.

Antes de tener sus dos sedes, Ángeles Contra el COVID visitó aproximadamente 400 familias contagiadas en sus domicilios.