La presidenta Jeanine Áñez, en menos de un año, alejó de su entorno más cercano a tres autoridades que tienen en común conflictos con el ministro de Gobierno, Arturo Murillo.

Entre tanto, al menos ocho se retiraron por “motivos personales” y fueron alejados por decisión de la Mandataria, en busca de mejorar su gestión.

El Procurador General del Estado, José María Cabrera, fue reemplazado ayer mediante un decreto presidencial. Antes de que se tomara esta decisión, la autoridad acusó a Murillo de privatizar la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) a través de la entrega de acciones de Elfec en Cochabamba y de incumplir la Constitución al ocultar información sobre la compra de gases lacrimógenos.

En su lugar, Áñez designó a Alberto Javier Morales Vargas. En la mañana recibió la copia legalizada del Decreto Presidencial 4345, cuyo artículo único señala que queda destituido del cargo y en su lugar se designa a Morales Vargas.

No obstante, y a pesar de señalar que acepta la decisión presidencial, aseveró que no desalojará su despacho ni cesará sus funciones hasta que no se cumplan las “formalidades de rigor” para posesionar a la nueva autoridad.

Desde la cuenta de Twitter de la Procuraduría se denunció que se intentó “tomar” las oficinas “sin juramento ni posesión de ley”.

Horas antes, Cabrera denunció que Murillo solicitó su destitución debido a que se opuso a algunas decisiones del Gobierno.

“Ministro Arturo Murillo requiere remoción del Procurador General del Estado  por oponerse a privatización de ENDE y por caso de gases lacrimógenos”, denunció en la misma red social.

El pasado lunes, la Presidenta anunció  la devolución de la  Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba (ELFEC) y las acciones que fueron nacionalizadas en 2010 y que eran administradas por la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENDE).

No obstante, para Cabrera “devolver acciones a ELFEC, no es más que una privatización (de ENDE) que atenta contra intereses del Estado”.

Cabrera, además, también sería cuestionado por el Ministro de Gobierno por sus declaraciones sobre el caso de la  compra de gases lacrimógenos con supuesto sobreprecio por parte del Gobierno.

Entrevistado por una Comisión del legislativo, denunció que, a cinco meses de la denuncia de este caso, no recibió la ayuda ni información por parte del Ministerio de Gobierno para investigar dichos contratos.

Alertó de que Murillo está en vísperas de ser procesado por la comisión de delitos de obstaculización a la justicia, entre otros, según Urgente.bo.

TATA QUISPE Más antes, en mayo, fue destituido Rafael Tata Quispe del cargo de director del Fondo de Desarrollo Indígena (FDI), a seis meses de haberlo asumido. Atribuyó su alejamiento a un pedido de Murillo.

“Agradezco a la señora Presidenta (Jeanine Áñez) por haberme dado la oportunidad de servir a mi pueblo. He demostrado que como funcionario público sí se tocar la guitarra. (Añez) Ha hecho caso de la sugerencia del señor ministro, tendrá sus razones”, aseveró entonces, según Oxígeno.

Quispe es investigado por la Fiscalía por la presunta comisión de delitos contra la salud pública, al haber participado en una masiva reunión en la comunidad de Marquirivi del municipio de Achocalla, en La Paz, incumpliendo el Decreto Supremo 4200 que establece cuarentena total.

En junio, volvió al Gobierno para asumir como Director General de Coordinación con los Movimientos Sociales con el objetivo de "evitar el regreso de Evo Morales" y del Movimiento Al Socialismo (MAS) al poder.

PRESIDENCIA El primero en ser alejado del flamante Gabinete fue el ministro de la Presidencia Jerjes Justiniano, en diciembre, por presunta injerencia y amenazas; luego fue acusado de presuntos hechos de corrupción. En medio de roces con Murillo, le conminó a que le inicie un proceso porque lo contrario sería incumplimiento de deberes. También le llamó “bravucón” por amenazas, intimidaciones y exceso de autoridad ejercido.

“Si tengo cola muerda”, escribió en su cuenta de Twitter.

LAS RENUNCIAS

En enero, Áñez pidió la renuncia de todo su entorno y tras ratificar a casi la mayoría, realizó el cambio de tres carteras: la de Desarrollo Rural y Tierras, donde Mauricio Ordóñez fue reemplazado por Eliane Capobianco; en Educación que cesó a Virginia Patty y en su lugar se quedó Víctor Hugo Cárdenas; y Comunicación donde Roxana Lizárraga se alejó tras criticar a la Mandataria por su decisión de presentarse como candidata a la presidencia. Fue designada en su lugar Isabel Fernández.   

Los ministros que también dejaron el Gabinete fueron el de Desarrollo Productivo y Economía Plural Wilfredo Rojo, y de Minería y Metalurgia Carlos Fernando Huallpa por “motivos personales”.

En medio de la crisis sanitaria y emergencia por el coronavirus COVID-19, el ministro de Salud Aníbal Cruz también tomó la decisión extrema bajo el argumento de que existían “motivos personales”. En su lugar fue posesionado Marcelo Navajas.

En julio, el ministro de Economía y Finanzas José Luis Parada alegó en su carta de renuncia motivos personales, después de ocho meses en el cargo.

En agosto, el titular de Planificación del Desarrollo Carlos Díaz también tomó la misma decisión. También fue parte del primer Gabinete.