La presidenta Jeanine Áñez, en sus casi seis meses de gestión, ha cambiado a siete ministros que decidieron dar un paso al costado y que estuvieron involucrados en denuncias que afectaban la imagen del Gobierno transitorio.

Los últimos cambios fueron de los ministros de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Wilfredo Rojo, y de Minería y Metalurgia, Carlos Fernando Huallpa, quienes renunciaron sus cargos por “motivos personales”. Sin embargo, ambas autoridades fueron cuestionadas por diferentes organizaciones.

Rojo, que además era delegado del Gobierno en Santa Cruz para combatir la pandemia, es considerado el impulsor de la norma para la liberación del uso de los transgénicos en la producción de oleaginosas, que fue rechazada por más de un centenar de organizaciones, instituciones y colectivos. Áñez, tras la toma de juramento a su reemplazante, aprobó un decreto que autoriza al Comité Nacional de Bioseguridad establecer mecanismos abreviados para la evaluación de semillas transgénicas en Bolivia.

Huallpa, minero cooperativista potosino, fue atacado por su sector, que pidió su renuncia. La Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin) cuestionó que la exautoridad no trabajó en favor del sector, durante la pandemia, y menos coordinó la atención de sus demandas y la dotación de equipos de bioseguridad.  

La Mandataria posesionó ayer al hasta ahora senador Oscar Ortiz, como titular de Desarrollo Productivo, y el ingeniero Fernando Vásquez, en Minería. Al momento de tomarles juramento, Áñez les instó a reactivar la economía y el empleo en el país, en medio de la cuarentena por el coronavirus COVID-19.

A Ortiz le pidió cuidar todo detalle y que su trabajo sea “muy transparente”.

"Senador Ortiz usted luchó mucho contra la corrupción desde el Senado y ahora luche en la transparencia en la recuperación de la economía y del empleo", dijo.

Por otro lado, destacó que Vásquez es potosino de nacimiento, quechua parlante, tiene un doctorado en ingeniería y conoce el mundo de la minería porque trabajó en el país y el exterior en este campo importante para la economía nacional.

"La minería siempre representó la oportunidad de desarrollo para el país y por eso la historia de Bolivia en gran parte es la historia de la minería, por eso también la historia de la sociedad boliviana y de las grandes conquistas sociales y políticas del país es la historia de los bolivianos que trabajaron y trabajan en la mina", manifestó.

LOS CAMBIOS En los casi seis meses de gestión, Áñez hizo siete cambios en su Gabinete. Comenzó en el ministerio de la Presidencia y continuó en Comunicación, Educación, Desarrollo Rural y Salud.

Varias de las carteras de Estado están ocupadas por parlamentarios de la alianza parlamentaria Unidad Demócrata (UD), que fueron colegas de Áñez durante el tiempo que fue legisladora, antes de asumir de forma transitoria la Presidencia del país en noviembre del año pasado, tras las elecciones anuladas del 20 de octubre y la renuncia de Evo Morales.

A solo tres semanas de ser nombrado en la cartera de Presidencia, Jerjes Justiniano fue destituido a inicio de diciembre por denuncias públicas en su contra por presiones para contratos e injerencia en un caso judicial, las mismas que fueron rechazadas.

En enero de este año, Áñez, tras dos meses y 16 meses de Gobierno, hizo tres cambios en su gabinete tras pedir la renuncia colectiva a sus acompañantes para encarar “la nueva etapa de la gestión de transición democrática”.

Eliane Capobianco fue designada como ministra de Desarrollo Rural y Tierras en reemplazo de Mauricio Ordóñez; y Víctor Hugo Cárdenas es ahora el titular de Educación tras la cesación en sus funciones de Virginia Patty. En Comunicación, Roxana Lizárraga presentó su renuncia tras criticar a la Mandataria por su decisión de presentarse como candidata a la presidencia en las próximas elecciones, aún sin fecha. Fue designada en su lugar Isabel Fernández.   

Con ayer es un mes del cambio de ministro de Salud, en medio de la crisis sanitaria y emergencia por el coronavirus COVID-19. Aníbal Cruz renunció al cargo por “motivos personales” y en su lugar fue posesionado el 8 de abril Marcelo Navajas.

DESTITUCIÓN La jornada de ayer no solo se registraron los dos cambios en el Gabinete, sino la destitución del director del Fondo de Desarrollo Indígena (FDI), Rafael “Tata” Quispe.

Antes de dejar el cargo, a seis meses de haberlo asumido, atribuyó su destitución al pedido del ministro de Gobierno, Arturo Murillo.

“Agradezco a la señora Presidenta (Jeanine Áñez) por haberme dado la oportunidad de servir a mi pueblo. He demostrado que como funcionario público sí se tocar la guitarra. (Añez) Ha hecho caso de la sugerencia del señor ministro, tendrá sus razones”, aseveró, citado por Oxígeno.

Quispe es investigado por la Fiscalía por la presunta comisión de Delitos Contra la Salud Pública, al haber participado en una masiva reunión en la comunidad de Marquirivi del municipio de Achocalla, en La Paz, incumpliendo el Decreto Supremo 4200 que establece cuarentena total.

“No me sacan por violador o delitos penales. Estoy siendo destituido por llevar alimento donde mis hermanos. No nos van poder acusar que hemos robado ni 10 centavos”, aseveró.

Hasta el mediodía de ayer, Quispe dijo que no fue notificado oficialmente con la destitución, pero anunció que el Gobierno ya tendría a su reemplazante (Germán Huanca) y anunció que, posiblemente, el lunes haga entrega del despacho.