Un panel internacional de analistas revisó ayer la situación política boliviana y sopesó las ventajas y los perjuicios que podrían surgir a partir de la estrategia de “victimización” que, según coincidieron, estaría siendo utilizada por el Movimiento Al Socialismo de cara a las elecciones presidenciales de 2020.

El profesor y politólogo boliviano de la Universidad de la Florida Eduardo Gamarra comentó, durante el programa Fuentes Confiables de la cadena CNN en Español y conducido por el periodista Fernando del Rincón, que todavía hay una base dura que respalda a Evo Morales y eso debería preocupar un poco a sus opositores.

Gamarra indicó que a esto se suma una situación atípica pero positiva para cualquier político: mostrarse en calidad de perseguido por sus contrarios. A esta ventaja, a criterio del experto, se sumaría el hecho de que Andrónico Rodríguez, considerado en varias oportunidades como el “sucesor de Morales”, esté liderando algunas encuestas, teniendo al jefe de campaña masista refugiado en Argentina.

En ese sentido, indicó que “no existe la más remota posibilidad” de que el Gobierno argentino facilite la captura de Morales, por el hecho de que en este país hay una población boliviana mucho más grande que en México, que “nutre al peronismo, a los Fernández y (también) es masista”.

"Sentirse perseguido le da esa justificación frente a una base que ve en Evo un redentor (...). Esa base dura, no importa lo que haga, siempre lo va ver como alguien que es infalible y tiene la razón en todo lo que dice y en todo lo que hace", comentó. Por su parte, el periodista venezolano Vladimir Kislinger alertó que Morales puede sostener el discurso de víctima, pero si no tiene capacidad de acción “puertas adentro”, podría generar una división “como la que ya está viviendo el MAS”.

“Eso podría minar con mayor rapidez cualquier esperanza de Morales, quien podría terminar como un gran bufón, al igual que el expresidente Manuel Zelaya de Honduras, destituido por la comisión de delitos graves, traición a la patria y otros”.

Kislinger advirtió que la diferencia es que Zelaya terminó marginado de la política, pero Morales “podría terminar en la cárcel”, al tener una orden de aprehensión emitida por la Fiscalía de La Paz por los supuestos delitos de sedición y terrorismo.

Finalmente, Gamarrarecordó que el MAS, “aún dividido”, sigue siendo “el único partido que tiene presencia nacional.