El secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ratificó los hallazgos que realizó la Misión de Observación Electoral en las elecciones de 2019 en Bolivia sobre “manipulaciones dolosas” y otras irregularidades y recordó que dicho informe nunca fue refutado.

Entre tanto, el expresidente Evo Morales le pidió al uruguayo su renuncia y anunció que presentará una denuncia en su contra ante la Corte Penal Internacional (CIP) porque es “hora de sentar la mano”.

En una conferencia de prensa en Buenos Aires, afirmó que el secretario y su equipo, entre ellos el excanciller de Costa Rica Manuel González, "deben ser procesados", puesto que dicho informe "sustentó la maquinaria del golpe de Estado", que lo desplazó de la Presidencia.

En caso de que no renuncie, Morales pidió a los Estados miembro de la OEA que inicien, al amparo del artículo 116 de la carta fundacional de dicha organización, "los trámites pertinentes para la destitución", puesto que "ha ocasionado un daño irreparable al pueblo boliviano, a las misiones electorales y a la OEA".

“Sus manos están manchadas de sangre de bolivianas y bolivianos y no tiene autoridad moral para dirigir los destinos de la OEA", subrayó.

Dijo también que se reunió con sus defensores y se contactará con el jurista español Baltasar Garzón para llevar adelante estos procesos.

Por su parte, Almagro recordó que se encontró alteración de actas, rellenado, actas falsificadas, servidores ocultos que transmitían votos dentro del sistema y votos de personas fallecidas que aparecían como votantes.

Lamentó que se intente hacer un paralelismo entre la votación que consiguió Arce, con más del 50%, trasladándolo como si fuese igual al apoyo que tenía Morales en 2019.

Finalmente, reiteró su reconocimiento a la victoria de Luis Arce y manifestó que lo hizo por un tema institucional y dado que no existe dudas de ese resultado, incluso de acuerdo con un conteo de la Misión de Observación.