Sobrevivir a un feminicidio es una experiencia “muy fuerte y dolorosa”, admite Sonia (nombre cambiado), una mujer que fue golpeada y casi muere estrangulada por su concubino en mayo de este año.

“Por un lado es un alivio estar viva, pero por otro es horrible vivir con la idea de que el hombre que más amé intentó deshacerse de mí. Yo me desmayé cuando me estranguló y él pensó que estaba muerta”, recuerda.

Como Sonia, otras 24 mujeres lograron sobrevivir en Cochabamba a brutales atentados feminicidas, en casi 10 meses de 2015. El director de la FELCV, coronel Alejandro Pozo, informó que todos los casos fueron remitidos a la Fiscalía y que el 95 por ciento de los agresores fue aprehendido. Sin embargo, el 60 por ciento de las víctimas se negó a mantener una denuncia en contra de sus esposos o parejas, alegando que tenían deudas en bancos y que el dinero no les alcanza para mantener a sus hijos solas.

En el caso de Sonia, su madre y sus hermanas la cuidan y la llevan a terapia psicológica porque el criminal la buscó de nuevo para que retire la denuncia y ella estaba dispuesta a volver con él.

La psicóloga forense Lorena Cox explicó que las víctimas de violencia desarrollan una dependencia emocional de su agresor y requieren apoyo profesional para salir del círculo de la violencia.

“En la mayoría de los casos de tentativa de feminicidio, las víctimas fueron apuñaladas o estranguladas, pero muchas de ellas acabaron transando con sus agresores y dejaron sola a la Fiscalía”, sostuvo Pozo.

La autoridad recordó el caso de una adolescente que tiene el cuerpo lleno de cicatrices por los cortes que le hizo su concubino. “La sorprendimos en la terminal de buses yéndose con él y lo capturamos. Las víctimas precisan ayuda para salir de esa espiral de violencia”, dijo. La tentativa de feminicidio se sanciona con 20 años de cárcel.

Pena de cárcel

La tentativa de feminicidio se sanciona con 20 años de cárcel. Un hombre que apuñaló 11 veces a su esposa hace días, ya fue condenado.