Con 20 platos, Marco seduce a Nueva York
Vergel Casa de Campo es el nombre del rastaurante de comida cochabambina y boliviana que montó en Nueva York Marco Calderón Balderrama, un qhochala que vive en Estados Unidos desde hace 40 años.
El “calacaleño” de 60 años, dedicado al negocio de bienes raíces, no tenía en sus planes abrir un local. Pero, a inicios de marzo del presente año, luego de asistir a un evento social con un amigo, decidieron tentar al dueño, un paceño, con una jugosa oferta. Tras unos minutos de negociación llegaron a un acuerdo que se plasmó horas después en el papel.
El nombre del restaurante era Casa de Campo, pero pensaron en darle “un toque” cochabambino. Así que en un santiamén decidieron aumentar la palabra vergel, porque “eso lo que es Cochabamba”.
No es la primera vez que Marco se involucra con la comida. Su primera experiencia fue con un local que ofrecía parrilladas.
“Me iba muy bien, pero no me alcanzaba el tiempo para cumplir con mi trabajo en bienes raíces. Lo vendí”. Ahora, se le escucha muy entusiasmado. Mientras conversaba con este medio de comunicación, comentó que estaba picando cebollas y golpeando carne para preparar sillpancho, uno de los más de 20 potajes que ofrece.
Confesó que desde muy pequeño le gustó cocinar, por lo que conoce bien la sazón y los ingredientes que se deben utilizar para garantizar una buena comida.
Marco dijo que todos los platillos que prepara tienen buena acogida, pero, el falso conejo con arroz o fideo y la sopa de maní son los más demandados.
No solo la comunidad boliviana en Nueva York busca esos dos potajes, si no que también los piden visitantes de otros países latinos y hasta japoneses.
Si bien la chef principal es una paceña, el equipo se completa con otras cinco personas que ayudan a elaborar los platillos bajo la atenta mirada de Marco o su socio, quienes, si es necesario, también se colocan el delantal y se dejan llevar por su otra pasión: la cocina.
Las salteñas son otros de los “fuertes” de Marco.
Afirmó que hizo una innovación en la masa y el relleno y, ahora, son “incomparables”. No reveló su “secreto” porque aún no está patentado.
LINAZA
En el Vergel Casa de Campo, los clientes pueden degustar mocochinchi o chicha de maní, pero, el qhochala que tiene tres hijos y se casó cinco veces, decidió poner en la carta otra innovación, linaza caliente al estilo cochabambino.
“Estoy haciendo los últimos ensayos. Dentro de pocas semanas la ofertaremos”, comentó muy entusiasmado.
Cinco minutos
Marco solo necesito cinco minutos para cruzar río Grande nadando y se encaminó a cumplir el sueño americano.