De cada 100 personas que perdieron la vida por COVID-19, 50 fueron a causa de complicaciones pulmonares, 20 tenían diabetes, 18 hipertensión arterial, 7 obesidad y el resto, otras comorbilidades.
La gente falleció por falta de atención médica, los centros estaban colapsados y sin Unidades de Terapia Intensiva. Los cuerpos se quedaron en calles y en casas.
La vergüenza de haber contraído COVID-19, la carencia de medicamentos, personal de salud y centros hospitalarios incidieron en la cantidad de casos positivos y decesos en esa región cochabambina.
En el Cono Sur fallecieron 14 enfermos con COVID-19, de 224 infectados. Dos testimonios relatan sus casos.
La recomendación ‘quédate en casa’ es calificada como foránea. La gente prefiere la medicina tradicional. En Tapacarí hubo dos muertos que no se atendieron en centros de salud.
Más del 60% de los cochabambinos que murieron a causa del virus SARS-CoV-2 tenía una enfermedad de base. El número de decesos también se elevó por el colapso del sistema de salud en Cochabamba.