Contra la enfermedad, hasta el final
“¡Tienes que ser fuerte, carajo!”
Filemón Escóbar alzaba la voz, miraba fijo y exponía posturas tal cual pensaba, sin miedo, sin reverencias. Elevaba la voz, miraba fijo a los ojos casi sin parpadear, se acercaba a oídos y rostros mientras hablaba para garantizar que era comprendido en su discurso....