“Hace 33 años, que la Virgen de Urkupiña ostenta apropiadamente el título de ‘Patrona de la Integración Nacional’. El ‘bautizo’ se produjo en julio de 1979, ocasión en que el Comité Folklórico Quillacollo (CFQ), asumió la responsabilidad de encarar seria, sostenida y voluntariamente, el proceso de organización de la festividad y los otros que se suscitan en todo el año”, dijo Emilio Rafael Peredo Antezana.

El CFQ conformado un año antes y que funcionó hasta principios de 1981, estuvo integrado por representantes de las instituciones y organizaciones que no siempre contaban vínculos directos con la festividad,sino se guiaban por la visión, el ímpetu y la voluntad por conferir a esta manifestación folklórica religiosa, un carácter de fenómeno social.

Peredo Antezana, que ejerce el periodismo en Cochabamba desde hace más de 70 años, escudriñó las diferentes facetas del esta manifestación folklórica religiosa. Destacó la presencia institucional de varias representaciones en el citado Comité Folklórico como: la Unión Femenina Quillacollo (UFQ), el Centro de Estudiantes de Ciencias de Quillacollo (CECQ), la Asociación de Fraternidades Folklóricas “Virgen de Urkupiña”, la parroquia San Ildefonso, Alcaldía, periodistas y otros voluntarios.

Puso de relieve la inquietud de Johnny Fernández Rojas, a quien fue nominado coordinador del Comité, en su calidad de representante del CECQ, éste aún universitario, desplegó sus energías no solo en Cochabamba sino en el interior del país, y para consumar ese propósito, recurrió a sus propios recursos económicos, porque en ese entonces, no existían presupuestos, ni propuestas para este tipo de acciones, dijo.

Recordó que, en una de las cotidianas y frecuentes reuniones del CFQ, en su circunstancial oficina que los miembros del CECQ habilitaron para ese objetivo (actual Salón de Exposiciones), se recibió una nota de la Fraternidad Iris Incas ‘Los Mitmas’ de La Paz, solicitando espacios en una unidad educativa para su pernoctación durante la festividad, al mismo tiempo, se encontraba un dirigente de una fraternidad folklórica quillacolleña en formación y el representante de la danza oriental de Santa Cruz de la Sierra.

Peredo que fue Alcalde de Quillacollo en la década de los 50, señaló que en ese encuentro particular y simbólico de tres folkloristas desde sus propias prácticas y visiones, convergía en un solo propósito: la devoción. Ese espacio se constituyó en un encuentro ‘nacional’, y que la misma festividad, en torno a la Virgen de Urkupiña, logra esa sinergia e integración, a los que se suman los turistas, los comerciantes y la feligresía”.

Fue en esas circunstancias que “a Fernández Rojas, se le ocurrió reconocer el atributo integrador de la Virgen de Urkupiña, inmediatamente se gestó una serie de comentarios entre los presentes en esa oficina, sin que hubieran conceptos contrarios, es decir, que en ese momento fue acuñada la frase: ‘Virgen de Urkupiña, Patrona de la Integración Nacional’, añadió.

Desde esa ocasión, en todos los escritos e impresos promovidos por el CFQ, se insertó esa frase como característica; los primeros fueron en el programa oficial de la Festividad, luego en las publicaciones del periodismo nacional que circularon para la Festividad.