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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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PANAMÁ, BRASIL Y CHINA SON LOS PAÍSES DE ORIGEN DE TELAS Y ADORNOS PARA TRAJES EN LA FIESTA DE URKUPIÑA

Trajes lucen arte hecho a mano con materiales importados

Trajes lucen arte hecho a mano con materiales importados



Telas panameñas, chinas y brasileñas, junto a lentejuelas y piedras se transforman en deslumbrantes trajes de diablos, china morenas y achachis galanes hechos por hábiles artesanos bolivianos que lucen su arte en la Festividad de la Virgen de Urkupiña, el 14 y 15 de agosto.

Una competencia no declarada por mostrar quién tiene el mejor traje se evidencia en el tiempo anticipado con que se encargan las vestimentas y los onerosos pagos que realizan para la confección y bordados.

“Hay bloques que encargan el traje desde el mes de febrero para cuidar que cada detalle salga a la perfección”, señala Adolfo Sandoval, un integrante de la morenada Ferrolux.

Trajes con un valor de hasta 500 dólares son una muestra de esta dedicación. Estos trajes son los denominados de primera salida, que son diseños exclusivos y son expuestos por primera vez al público.

Francisca Marzana, de Bordados Príncipe, destaca que fraternidades como las morenadas Transpeco, Ferrolux, Central Urkupiña, San Simón, y la Diablada Tomás Bata, así como caporales San Simón, son quienes invierten en trajes nuevos. Otras fraternidades optan por alquilar los trajes de primera y hasta de tercera salida, cuyos precios oscilan entre los 50 y 100 dólares.

Esta demanda requiere de un mayor empeño y trabajo, en épocas altas, de mayo a agosto. Las casas de bordados y confección de trajes quintuplican su personal y también sus horarios de trabajo.

“Algunos empezamos temprano, como a las 6 y terminamos a las 10 de la noche, pero hay otros que se amanecen”, dice el propietario de Bordados Kory Pacha, José Luis Salazar.

Tres aspectos son cuidadosamente revisados y valorados en el momento de comprar la tela: la calidad, la novedad de sus diseños y la economía de su adquisición. “Lo último en telas son aquellas que ya vienen con bordados, hilos dorados e incluso piedras”, explica Marisol Ramos, presidenta del Bloque B de la morenada Ferrolux.

El mercado más concurrido para la adquisición de telas es la ciudad de La Paz. “Hay tiendas gigantes de tela que traen solo novedades”, dice Ramos, explicando que entre las vendedoras de tela se guardan el “derecho de venta”. “Primero te preguntan para qué fraternidad estás buscando y recién te muestran lo más exclusivo que tienen”, cuenta.

Un contraste de lo moderno y novedoso se refleja en los trajes de danzas autóctonas como el Pujllay que rescata y revaloriza los tejidos, figuras e instrumentos nativos. Su riqueza se expresa no solo en la meticulocidad del trabajo sino en la representación simbólica de cada una de las prendas, que llegan a costar hasta Bs 2.800, entre la montera, payado, el cincho, los zancos, los pantalones y la blusa.

Pero no todos los bailes permiten incorporar pomposos detalles en la vestimenta. Ese es el caso del tinku que por el movimiento y ritmo requiere más bien una ropa ligera y cómoda, pero sin descuidar el colorido de las prendas y la soltura de las telas para los saltos y figuras en el baile.

Toda la creatividad empleada en esta festividad traspasa las fronteras del país, ya que cada año decenas de feligreses que migraron a otras regiones compran diferentes trajes para reproducir la festividad de Urkupiña.

Especialistas en cada etapa

Cada etapa en el armado de las vestimentas requiere de personas especializadas. “Una diseña las figuras, otra se encarga de envolverlas con hilos de oro, otras adornan y la último arma”, explica Francisca Marzana, que desde los 12 años trabaja en este arte.

Sus hermanos menores de 7 y 8 años ya están involucrados en la actividad. La habilidad y paciencia de los pequeños es aprovechada en el pegado de adornos o en la envoltura de las figuras de cartón que deben ser cubiertas con hilos dorados. Asimismo, el pegado de adornos es parte de su especialidad. Personas con más experiencia realizan el pegado de los adornos a las prendas y también el bordado de figuras.

Para el armado final expertos con amplia trayectoria son los encargados de darle la forma final a las vestimentas más complejas como las del diablo y la del superachachi en la morenada.

“Yo contrato a uno que ya sabe, él viene desde Oruro, porque no quien sea puede armar”, dice el gerente propietario de Bordados Kory Pacha.