En la reunión de emergencia de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), desarrollada ayer en Cochabamba, los seis mandatarios, los enviados presidenciales y embajadores acreditados en Bolivia decidieron exigir que los gobiernos de España, Portugal, Italia y Francia presenten explicaciones y se disculpen públicamente por el bloqueo aéreo al presidente Evo Morales, cuando retornaba de Rusia.

Los cuatros países negaron la autorización a Morales para el vuelo sobre su espacio. El mandatario aterrizó de emergencia en Viena y esperó casi 14 horas para retomar su plan de vuelo y retornar a Bolivia. Esto por la sospecha de que el exagente de la Central de Inteligencia Americana (CIA) Edward Snowden estaba en el avión presidencial, situación negada por el Gobierno boliviano.

Esta situación indignó a países miembros de Unasur y ayer se reunieron en Cochabamba los mandarios de Ecuador, Rafael Correa; Nicolás Maduro, de Venezuela; Cristina Fernández de Argentina; José Mujica de Uruguay y el presidente de Surinam. También participaron delegaciones de otros países.

Tras varias actividades y concentraciones, en la noche, se emitió la Declaración de Cochabamba. En el documento los países firmantes exigen que los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España presenten disculpas públicas por los “graves hechos suscitados”.

Los diez países participantes en el encuentro respaldan la denuncia presentada por Bolivia ante la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos “por la grave violación de derechos humanos y puesta en peligro concreto de la vida del presidente Evo Morales”.

También respaldan el derecho de Bolivia de realizar todas las acciones que considere necesarias ante los Tribunales Internacionales e instancias competentes.

Una Comisión de Seguimiento, a la cabeza de los cancilleres, realizará las acciones necesarias para el esclarecimiento de los hechos.

En la Declaración de Cochabamba los mandatarios coinciden en que las casi 14 horas que Morales estuvo en Viena fue en calidad de rehén. Aseguran que el hecho fue una violación a los derechos, no sólo al pueblo boliviano, sino a todos los países y pueblos de Latinoamérica y que sienta precedente en materia del derecho internacional.

“Lo que es con Evo, es con Latinoamérica” enfatizó en reiteradas oportunidades el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

Para el presidente de Uruguay, José Mujica los cuatro países “metieron la pata”. Desde su punto de vista, en lugar de asumir su equivocación “no dicen nada razonable y la respuesta que dan es un infantilísimo”.

Mujica criticó duramente la actuación de Francia, Portugal, España y Francia y Estados Unidos. “Se comieron un tornillo” dijo al referirse a la información equivocada sobre la presencia del exagente Snowden en el avión boliviano.

Mujica fue más duro todavía y calificó de terrorismo político el pretender vulnerar el derecho sagrado al asilo. Un derecho humano “que defendemos todos los luchadores”.

El presidente del Ecuador, Rafael Correa, reprochó las intenciones de vulnerar el derecho al asilo establecido en la Convención Internacional de Derechos Humanos. Además “si Snowden iba o no en el avión es irrelevante porque el Presidente tiene derecho a quien sea” porque la nave es como territorio nacional y goza de “inmunidad e inviabilidad”.

Cristina Fernández y José Mujica, coincidieron en el trabajo deficiente de los agentes de inteligencia norteamericana. Mujica piensa que se encuentran en un calabozo por el “papelón” que pasaron los países cuestionados.

El representante de Chile rechazó la situación a la que fue expuesta Morales cuando retornaba vía aérea.

Tatiana Castro// texto

Rubén Rodríguez// fotos