La Paz, con una fisonomía singular en el mundo, causa admiración desde que se la ve por primera vez y hasta que uno sale de ella. La “gran hoyada”, como la denominan los paceños, es considerada una de las ciudades más altas del mundo.

Excéntricos lugares como el mercado de Las Brujas se esconden en sus calles estrechas -siempre de subida y bajada- , donde la cultura, la sabiduría y el misterio de todo un pueblo se funden en un espacio que confluye a paceños y ciudadanos del mundo.

Importantes edificaciones patrimoniales se erigen en su seno, entre éstas la Catedral Metropolitana Nuestra Señora de La Paz y la Basílica de San Francisco, esta última construida en piedra labrada y concluida a finales del siglo XVIII.

Las festividades culturales y entradas folclóricas son parte de su atractivo. En ellas se derrocha colorido y alegría. Entre las más representativas está la celebración del carnaval paceño, dentro la cual se realizan también el Jisk’a Anata, el “Entierro del pepino”, el corso infantil, el martes de ch’alla y la farándula carnavalera.

La fiesta de Jesús del Gran Poder, la Alasita y la Entrada Universitaria también resaltan la alegría y cultura paceña.

TITICACA

El lago Titicaca es el lago navegable más alto del mundo. Desde una vista área su forma escenifica la silueta de un Puma Andino. Es un mágico espejo de agua que se encuentra a más de 3.800 msnm en pleno altiplano tiene una profundidad de 283 metros y una extensión de más de 8 mil kilómetros cuadrados.

Las leyendas que existen en torno al lago dan cuenta de que fue escenario para el desarrollo de grandes civilizaciones de la cultura andina, como los Incas, Tiwanakotas, entre las más representativas.

TIQUINA

Un desafiante circuito turístico está preparado para los turistas que llegan hasta La Paz atraídos por el lago Titicaca.

Al cruzar el estrecho de Tiquina en lanchas, los equipos estarán listos para iniciar un recorrido de bicicleta de montaña que pondrá a prueba su resistencia física, pericia y al mismo tiempo llenará su cuerpo de adrenalina.

Además se realizará un recorrido por el mirador Silaya, desde donde se aprecian las terrazas de cultivos, caminos precolombinos y el majestuoso Illimani.

El recorrido de aproximadamente tres horas y media atraviesa por 10 comunidades.

CAMINO DE LA MUERTE

El camino antiguo que une la ciudad de La Paz y los Yungas, 80 kilómetros de recorrido ha sido denominado como el Camino de la Muerte. Las historias de viejos ancianos cuentan que este camino, construido por prisioneros de guerra paraguayos, en la década de los treinte del pasado siglo, se cobra la vida de pasajeros que circulan por esta ruta de curvas cerradas y pendientes pronunciadas. En 1995, el Banco Interamericano de Desarrollo la bautizó como el camino más peligroso del mundo.

TIWANAKU

El principal sitio arqueológico de Bolivia se encuentra a 72 kilómetros de la ciudad de La Paz. Es considerado uno de los más antiguos de las culturas andinas, además de ser el más representativo. Estas ruinas se destacan por su monumentalidad y por la perfección de la técnica constructiva y decorativa. Dentro de su entorno se encuentra una planicie altiplánica entre dos serranías, algunos campos de cultivo y comunidades nativas.

En 30 hectáreas de recorrido se encuentra un conjunto de restos templarios de la cultura tiwanacota, entre ellos el templo de Kalasasaya -de altura de 126 metros- , en cuyo interior está la famosa Puerta del Sol, y la sección semisubterránea con sus enigmáticas cabezas calvas y los restos de Kantataita, Putuni y Kericala. También se pueden apreciar las pirámides de Akapana y Pumapunku.

PARQUE MADIDI

El Parque Nacional Madidi es uno de los lugares paradisiacos de la selva amazónica que los turistas no pueden dejar de visitar durante su estadía en Bolivia.

En su interior alberga más de 6 mil especies de plantas superiores y más de mil especies de aves entre las que destaca la paraba barba azul.

Está comprendido por un área de próxima a las 1.9 millones de hectáreas y se encuentra en la región noroeste del departamento de La Paz.

En este parque habitan comunidades de origen Tacana, Esse Eja, Lecos, entre las que sobresale la comunidad de San José de Uchupiamonas, que es un ejemplo de turismo comunitario orientado a la protección de la madre tierra.