Al menos tres personas murieron y más de un centenar resultaron heridas a causa de la explosión de dos bombas colocadas en la zona donde se corría ayer el maratón de Boston, lo que inevitablemente trajo a la memoria de los estadounidenses los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Uno de los muertos es un niño de ocho años, según informó la cadena de televisión CNN.

Un testigo ocular explicó a la cadena Fox News que vio al menos a tres personas muertas y varios testigos afirmaron haber visto a personas mutiladas y ensangrentadas.

Las autoridades investigan el origen de las explosiones, que tuvieron lugar en torno a las 15.00, hora local (21.00 CET), cuando había corredores cruzando la línea de meta y decenas de espectadores.

Las explosiones se escucharon, según los testigos, cerca de la línea de meta de la carrera, al lado del Hotel Fairmont Copley Plaza, que ha sido cerrado.

Según las autoridades, se ha encontrado, al menos, un artefacto explosivo de fabricación casera.

Después de las dos explosiones, la policía informó de la detonación de manera controlada de otro artefacto encontrado.

El maratón de Boston es "el más prestigioso del mundo", según los organizadores.

Es una de las cinco pruebas que configuran el World Marathon Majors, competencia internacional que agrupa desde 2006 a los cinco más grandes maratones del mundo (Nueva York, Chicago, Berlín y Londres, además de Boston).

El presidente Barack Obama prometió investigar a fondo lo que las fuerzas de seguridad tratan como un atentado terrorista coordinado, de origen interior o exterior, aunque sin usar por ahora esa denominación

"Todavía no sabemos quién hizo esto ni por qué", afirmó el Presidente, en un breve mensaje a los estadounidenses.

"Descubriremos quién lo hizo, sabremos por qué lo hicieron. Cualquier individuo responsable, cualquier grupo responsable sentirá todo el peso de la justicia", agregó el mandatario estadounidense.

Obama afirmó que se ha puesto en contacto con el director del FBI, Robert Mueller y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, a fin de movilizar "los recursos necesarios para investigar y responder" a la emergencia.

"He informado a los líderes del Congreso de ambos partidos y nos reafirmamos en días como éste que no hay republicanos ni demócratas, sino estadounidenses unidos en la preocupación por nuestros compatriotas", subrayó.

Las imágenes ofrecidas por las cadenas de televisión trajeron a la memoria de los estadounidenses los atentados terroristas de 2001, contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington.

Cuerpos ensangrentados, pánico en la expresión de ciudadanos corrientes, caos en las calles y el sonido de las ambulancias.

Tras las explosiones, el espacio aéreo sobre Boston fue restringido, el sistema de telefonía móvil suspendido durante un tiempo para evitar una posible activación a distancia de paquetes explosivos y los niveles de alerta en Nueva York y Washington DC elevados.

Las autoridades han informado que un tercer "incidente con fuego", todavía no aclarado, tuvo lugar poco después en la biblioteca presidencial John Fitzgerald Kennedy de la ciudad.

Apuntes.

Escombros

La carretera se cubrió de escombros y tanto espectadores como maratonistas tuvieron que ser atendidos en el lugar.

El cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo que las explosiones "nos recuerdan que el mal existe y que la vida es frágil"

Sin pistas

La ausencia de una amenaza previa o de pistas sobre los posibles culpables hace este ataque algo particularmente preocupante para EEUU. Son muchos los autores potenciales y compleja la decisión de hacia donde dirigir la mirada de los investigadores.

Buscador de google

El buscador Google publicó en su aplicación "Person Finder", una opción de localización llamada "Explosiones en la maratón de Boston". La aplicación es un servicio que permite comunicarse con personas en medio de un incidente natural o social, mediante las opciones "Estoy buscando a alguien" o "Tengo información de alguien".

Segundos de terror y sangre

El reloj de la meta del maratón de Boston señalaba las 15:00 cuando estalló el primer artefacto entre las filas del público que seguía la carrera. Hacía ya hora y media que habían entrado los mejores atletas y se acercaban al final de su odisea los más modestos aficionados. Algunos de ellos cayeron al suelo por efecto del estallido, otros siguieron corriendo espantados entre los gritos y llanto de los presentes. El público saltó alocadamente las vallas de protección buscando refugio sin rumbo.

Tras su huida, los rastros de sangre y el destrozo provocado, fueron la primera indicación del tamaño de la tragedia ocurrida. Apenas 10 segundos después hizo explosión una segunda bomba en un lugar próximo, en los alrededores del hotel Fairmont Copley Plaza, donde estaba la base de la organización del maratón, provocando escenas similares.

Al tratarse de un acontecimiento de esa magnitud y seguimiento, la policía y las ambulancias, que se encontraban movilizados en la zona, estuvieron inmediatamente en condiciones de trasladar a los heridos al hospital y desalojar el lugar, lo que, probablemente, salvó algunas vidas.