Cuando la pareja nos separa de amigos y familiares erige sobre nosotros una cárcel de barrotes invisibles y dolorosos. Con frecuencia, es un aislamiento sutil, pero progresivo. Puede que nos digamos a nosotros mismos que eso es amor, que nada es tan romántico como vivir el uno para el otro en exclusiva… Sin embargo, poco a poco descubrimos cómo ese cerco nos va despojando de toda nuestra red de apoyo.

Los patrones de violencia en la pareja no siempre son tan claros como pensamos. El maltrato, al fin y al cabo, no se limita solo a un golpe o a un insulto, puede ser también psicológico. Estos consejos te ayudarán a identificar si vives una situación de encierro en tu relación.



MANIPULACIÓN EMOCIONAL

Una de las formas más comunes a la hora de identificar el aislamiento es el chantaje emocional.

El amor se vuelve condicional y se requiere de una serie de pruebas que deben ser cumplidas y demostradas. Con frases como “está claro que te gusta pasar más tiempo con tus amigas que conmigo” se deja caer el hecho de que “si me quieres, debes dejar de ver tanto a tus amistades”. Este es un indicio de que algo no anda bien en tu relación.



LA CULPA COMO HERRAMIENTA

El uso de la culpa se vincula de forma directa con la manipulación emocional. Cabe señalar que este tipo de artimaña es la “reina” del entramado psicológico del maltrato.

La carga que supone el hecho de que el ser amado nos culpabilice por descui-darlo, por no tenerlo en cuenta, por me-nospreciarlo, por no dedicarle tiempo, etc, acaba generando un impacto evidente. Cedemos y poco a poco vamos viendo mucho menos a los nuestros para, de este modo, dejar de sentir el peso de la culpa.



CANSANCIO MENTAL Y EMOCIONAL

El doctor Tyrone C. Cheng, de la Universidad de Alabama (Estados Unidos), realizó un estudio sobre cómo la violencia y el maltrato psicológico impactaba en las personas. Factores como el aislamiento, algo tristemente común en este tipo de vínculos, dejaba a la víctima en una posición altamente vulnerable.

Se pierde el soporte, se restringen las fuentes de apoyo, de escucha, de ocio, de compañía y de contacto emociona. Todo ello es devastador y es común que aparezca un trastorno de ansiedad o una depresión.

No obstante, lo más llamativo es el agotamiento. La persona está en continua lucha y contradicción. Es más, en caso de que encuentre fuerzas (y su entorno tome la responsabilidad de actuar en su ayuda) y se finalice esa relación dañina, el proceso para recuperarse y “recons-truirse” emocional y psicológicamente es lento y delicado. Se requiere de cierto tiempo para restaurarse por completo y superar cada manipulación sufrida.

Para concluir, cuando la pareja nos sepa- ra de familiares y amigos es necesario actuar. Nos hará dudar de nosotros mismos, pondrá sobre nuestros hombros el peso de la culpa, la sombra del miedo y la sensación constante de que no las amamos suficiente. Lo importante es darse cuenta a tiempo y cambiar. l