William, el niño que construyó molinos de viento con basura y salvó a su aldea de la hambruna
William Kamkwamba, un joven proveniente de Malawi y que a sus 14 años cambió la vida de todas las personas de su comunidad, ha sido fuente de inspiración de muchos, que alrededor del mundo han conocido y aplaudido de pie su historia de superación.
Entre 2000 y 2002, en la comunidad de William, en Malawi, al suroeste de África, uno de los países más empobrecidos del mundo, se vivía una feroz sequía y crisis alimentaria que comenzó a mermar la vida de las personas que vivían en la zona.
El joven, que fue talentoso desde pequeño, se dedicaba a reparar aparatos electrónicos de sus compañeros, asistía a una pequeña escuela del lugar. Sin embargo, fue obligado a abandonar sus estudios debido a que sus padres ya no podían costear los pagos de la colegiatura.
William, al ver la devastación de su comunidad y el hambre que su familia pasaba comiendo una pasta de maíz una vez al día, decidió tomar acción sobre el asunto.
Un día llegó a sus manos el libro "Using Energy", que le sirvió para entender que con molinos de viento se puede producir energía y agua corriente, dos lujos que no se tienen fácilmente en Malawi.
Con las gráficas del libro y el poco inglés que entendía consiguió construir varios molinos de viento hechos de basura y restos de partes de tractor y bicicletas salvando así a toda una comunidad destinada a pasar hambruna.
La vida de Kamkwamba se hizo conocida gracias a un periodista que pasaba por el lugar, lo que le permitió ser becado en la Universidad de Dartmouth, donde se graduó en 2014.
Hoy en día, sus logros y ganas de superar las adversidades le han valido el respeto de la comunidad académica y científica, además de inspirar dos películas y ser orador en varias charlas.