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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Especialista recomienda dieta equilibrada basada en frutas y verduras

La nutricionista y dietista Norah Molina recalca que, ahora, todos disponemos de tiempo para optar por lo no procesado. “La alimentación es potencialmente modificable y sirve para protegernos”, sostiene la experta.
Especialista recomienda dieta equilibrada basada en frutas y verduras

Ahora no existen excusas. El tiempo en casa sobra para regresar a los “alimentos reales” y sustituir a aquellos productos ya procesados que tanto mal le hacen al organismo. Eso sostiene la nutricionista y dietista cochabambina, Norah Molina, quien está convencida de que este momento es el mejor ejemplo para graficar la importancia de incluir una dieta equilibrada basada en frutas y verduras variadas. Cuando la consigna es mantener el sistema inmunitario al 100%, la alimentación se vuelve crucial en estos días de pandemia por el COVID-19.

Más de uno consideró como una suerte de “disco rayado” las palabras de algún familiar cercano intentando convencer sobre la importancia de comer bien y desechar lo chatarra. Pues bien, nunca hubo un momento mejor para aplicar y llevar a cabo esa práctica.

Molina sugiere, como primer paso, contemplar la idea de la dieta como “algo integral”. Es decir, que no existen “alimentos milagrosos” capaces de hacer todo el trabajo de lo que implicaría una alimentación balanceada y rica en nutrientes y vitaminas. A veces resulta común leer sobre algún producto que aparentemente cuente con cualidades asombrosas. De inmediato, algunos se dan a la tarea de empezar a consumirlo sin cansancio. Pues bien, según Molina, esto es un error. “Si bien hay algunos nutrientes específicos relacionados con el sistema inmunitario, no existen alimentos milagrosos. Se debe pensar en la dieta como un total. Esto, sumado a la actividad física, que va a fortalecer el organismo. Claro que hay alimentos que tienen una prioridad. Hablamos de frutas y verduras con micronutrientes vinculados con el sistema inmunitario. Poseen, por ejemplo, vitanminas A, C, y D, además de zinc”.

En la idea de reconocer, quizás, algunos de los comestibles naturales que aporten vitaminas, es posible mencionar a las espinacas, zanahorias (A), kiwi, pimentón, brócoli (c). Pensar en el limón y la naranja como únicas fuentes de vitamina C es limitante. Las yemas de los huevos también brindan una buena fuente importante de vitaminas.

En este escenario de confinamiento, en el que cuesta encontrar distintas frutas y verduras, la nutricionista recomienda no “estresarse” y comer lo que haya en casa. “Hay que incluir fruta variada, dentro de lo que se pueda. Al menos, dos porciones de fruta al día. Lo ideal serían tres. En cuanto a los vegetales, se debe tratar de sumar hojas, como la lechuga, repollo y espinaca. Dos porciones de verduras al dia y tres de fruta sería lo mejor”. Consultada sobre el consumo de comidas cocidas, ella echa por tierra la premisa de que la cocción acabe con todas las bondades. Sin embargo, señala que es recomendable ingerir las verduras crudas, siempre higienizadas. “Si bien, la OMS (Organización Mundial de la Salud) dijo que no hay transmisión del virus a través de alimentos, sí puede darse por superficies. Hay que desinfectarlos con tres gotitas de lavandina en un litro de agua. Las vitaminas pueden perderse por el calor, hasta por la luz, pero no hay que estresarse con esta situación. Es posible cocinarlos, no se va la totalidad. El hacer cocer no es tan grave. Lo ideal es contar con un plato de ensaladas al lado”.

Con relación a las frutas, la dietista aprueba consumirlas luego de las comidas y mezclarlas con yogur, por ejemplo. 
Regresar a “los alimentos reales”, que son todos aquellos que “vienen de la tierra”, como ella misma les explica a los más pequeños en su consultorio, es crucial. No hay excusas para no hacerlo y eliminar, así, la costumbre de coleccionar productos procesados. “Ahora no hay razón para abrir latas o sobrecitos. Tenemos tiempo. Podemos agarrar verduras frescas. Hay mercaditos móviles que están cerca. Es momento de volver a lo natural, a lo real, y compartir con la familia. Eso también minimiza el estrés. Esta enfermedad es nueva, no se saben muchas cosas. La alimentación es potencialmente modificable y es algo para protegernos, también”

En caso de que las personas padezcan alguna patología clínica, lo primordial es ser rigurosos con la medicación indicada, pero hay que acompañar aquello con una dieta específica. Molina hace hincapié en la actividad física dentro de casa. Esto, junto a las horas de descanso correspondientes. Es importante, según ella, regular el sueño, pese a las condiciones.

En resumen, la nutricionista apunta ocho tips.
1)    Pensar en la dieta como algo integral y no en alimentos específicos que se presenten como una solución mágica para fortalecer el sistema inmunológico.
2)    Ingerir frutas, verduras y huevos. La espinaca, zanahoria, kiwi, pimentón y brócoli resultan nutritivos y ricos en vitaminas.
3)    Es posible mezclar las frutas y consumirlas luego de las comidas. Tres porciones al día son ideales.
4)    Dos raciones de verduras, incluyendo hojas como el repollo, espinacas, acelgas y lechugas, por ejemplo.
5)    Es mejor comer vegetales crudos, pero desinfectándolos con tres gotitas de lavandina disueltas en un litro de agua.
6)    Si las verduras fueron cocinadas, pierden nutrientes, pero no la totalidad. Igual, Molina recomienda cocinarlas con vapor.
7)    Optar por “alimentos reales” (los que salen de la tierra). 
8)    Realizar actividad física en casa y regular las horas de sueño.