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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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El Black Friday se viste de qhochala

Ropa, electrodomésticos e incluso una gran variedad en gastronomía forman parte de esta locura de precios.
El Black Friday se viste de qhochala

Desde hace cinco años, los negocios de la Llajta tienden a preparar sus más exquisitas ofertas en sus vitrinas para recibir el Black Friday y a los amantes de las rebajas.

Al principio fueron solo algunos comercios, en su mayoría de productos importados, los que comenzaron a tentar a los cochabambinos con sus rebajas durante todos los últimos viernes de cada noviembre.

Los dos primeros años, la tendencia pasó algo desapercibida, como cualquier día de oferta en el cual las tiendas sacaban a relucir algunos saldos de productos de temporadas pasadas.

Y, de hecho, algunos negocios que malentendieron el concepto, así lo hicieron. Guardaban sus productos nuevos y ponían a relucir ofertas sólo en mercancías de meses o años anteriores.

Sin embargo, con el paso de algunos años más, varios negocios, incluyendo los de producción nacional, fueron adoptando este concepto como un día en el cual, a través de distintos descuentos, podrían realzar sus números de ventas.

Además, muchos comercios le dieron su propio matiz al evento, a través de la ampliación de los días de oferta.

“El año 2003 Latinoamérica comienza a  conocer sobre este modo de ventas, típico de los Estados Unidos, que por ser una fecha que está próxima a la Navidad se realzan más las ventas”, explica el analista económico Nelson Álvarez.

Cuenta que “en Bolivia se conoce aproximadamente desde 2015, pues antes solo existía como un conocimiento muy vago de lo que realmente significaba. Además, nosotros tenemos black week, black weekend y black month porque muchas veces no abastece un solo día para poder aprovechar los descuentos que existen”.

Al menos en Cochabamba, los negocios se dieron modos de ampliar esta tradición hasta por dos semanas o un mes.

Al no haberse establecido aún como una costumbre, los compradores suelen aprovechar las horas del almuerzo o después del trabajo para comprar bajo las ofertas. Por este motivo, las tiendas cochabambinas amplían el Black Friday por muchos días.

Además, al igual que en Estados Unidos, ya que la fecha se encuentra próxima a la celebración navideña, muchas personas aprovechan para comprar algunos obsequios con los descuentos.

Aunque los emprendimientos que promovieron el Black Friday en Cochabamba son, en su mayoría, vendedores de productos importados, hoy son numerosas las tiendas de producción nacional que se suman a este evento.

Algunas de ellas son Almanza, Julyo’s y Famequi &JK, entre otras.

Álvarez recomienda que dentro de esta práctica, se debe reforzar la cadena de producción junto con la de comercialización, para poder apoyar la economía local.

“Si se refuerza el Black Friday como una verdadera época de ofertas desde el aparato productor nacional, yo creo que los resultados serían realmente satisfactorios”, asevera.

La idea del Black Friday se ha expandido tanto, que ya no solo se basa en productos en sí, sino también en otro tipo de servicios, como los paquetes de entrenamiento en gimnasios y algunas ofertas de cenas y almuerzos en restaurantes.

Algunos negocios en la Llajta se adelantaron con gran anticipación al Black Friday y vienen con novedosas y atractivas ofertas desde hace casi una semana y culminan con ellas este domingo 1 de diciembre.

Los cochabambinos que desean formar parte de esta locura de descuentos debe rondar por las calles centrales de Cochabamba y dejarse sorprender.

Historia

El analista económico Nelson Álvarez, relata los orígenes del Black Friday (viernes negro) como una costumbre netamente estadounidense que tiene como punto de inicio la década de 1960.

“Se dice que fueron épocas muy difíciles para la economía en Estados Unidos, Los negocios cerraban sus cifras con números “en rojo”, lo cual los ponía en un estado de suma desesperación por realzar sus cifras”, explica.

Los estadounidenses descubrieron este mecanismo de ofertas cono el mejor modo de obtener mayores ingresos a través de atractivas ofertas, y así poder cerrar sus números “en negro”.

“Otro punteo muy interesante en la historia es que cuando empezaron con esta locura de ventas en Estados Unidos, la policía no pudo controlar el frenesí de los compradores que rebasaron las medidas de seguridad que tomaron en ese entonces, lo cual hizo del Black Friday, realmente un ‘viernes negro’ para el trabajo de las fuerzas de seguridad”, cuenta.

Lo más importante a tomar en cuenta, según Álvarez, es el funcionamiento de la economía estadounidense.

“Ellos tienen mucha producción, muchas fábricas establecidas en su propio territorio. Entonces, cuando hay un Black Friday, los productos que se ofrecen son los propios, y de ese modo no hay fuga del capital que la gente invierte en sus compras. Todo se queda en su propio país”, explica.

Fue aproximadamente en 2003, gracias al Internet y la economía global, que la idea del Black Friday se expandió y hoy es practicada por varios paises en el mundo.