Rubén Darío Cúchero es el mejor ejemplo de que la voluntad y la perseverancia son llaves que abren cualquier candado. El adulto mayor, de 73 años, es el causante de muchos aplausos, pues a su edad no solo consiguió retomar sus estudios en la secundaria, sino que también lo hizo como el mejor alumno de su clase. Por eso, ha sido abanderado.

Es argentino, nació en la localidad Jesús María, de la provincia de Córdoba. Toda su vida trabajó como transportista y también como chofer de una línea de colectivos (micros) hasta que le llegó el turno y se jubiló, tras años de dedicación.

Con más tiempo para experimentar y también para llevar a cabo sus objetivos postergados, Rubén Darío habló con su esposa, Catalina Aguirre, quien no dudó en apoyarlo, motivarlo y decirle que lo hiciera.

También fue uno de sus mejores amigos quien lo impulsó para que volviera al colegio y completara el secundario. No solo desempolvó los libros. El estudiante también destacó con sus notas y se convirtió en el abanderado del curso.

De hecho, se lo puede ver alzando bien en alto la bandera de Argentina en una ceremonia, en conmemoración al 25 de mayo, fecha en la que el país vecino celebra el Día de la Patria.

En entrevista con TN, Rubén confesó: "Lo estoy viviendo con mucho orgullo, nunca me imaginé que esto me iba a tocar a mí. Me siento orgulloso de ser un ejemplo para los más jóvenes".

Su esposa, por su lado, se mostró muy orgullosa. "Vivimos en una ciudad que tiene alma de pueblo. A muchos vecinos los conocemos y la repercusión es total. Él está dando un ejemplo para los demás. Es decirle al resto que a su edad también se puede hacer. Ese es el mensaje”.