Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 20:18

SU HIJA ES SU REPRESENTANTE

La Warmi Rosa, la alteña que da de baja a influencers

Lidia Quispe comparte sus videos en Insta, Facebook y Youtube. La siguen más de 200 mil personas.
Lidia Quispe Rosa junto a su gato Cirilo. La Warmi Rosa
Lidia Quispe Rosa junto a su gato Cirilo. La Warmi Rosa
La Warmi Rosa, la alteña que da de baja a influencers

Sus videos no hacen alarde de una superproducción que descanse detrás de ellos. Son, más bien, sencillos, pero concretos y siempre cargados con una cuota gruesa de carisma, del suyo, en diversos planos. En la mayoría no falta la música, que ambienta las escenas picarescas en las que también es posible que aparezca Cirilito, su gato.

De junio de 2019 a la fecha, La Warmi Rosa, la mujer alteña de polleras amplias y sonrisa espontánea que ha elegido compartir su día a día en las redes sociales, ha conseguido acaparar la atención de 202.455 usuarios que siempre están pendientes de sus contenidos en el Facebook. Esto, sin contar aquellos que también siguen sus publicaciones en Instagram y Youtube.

Para comprender lo que simboliza la figura de Lidia Quispe Rosa, de 40 años, en el mundo virtual boliviano, vale resaltar, a modo de ejemplo, un dato. Su penúltimo video subido al Face (que data del 15 de este mes y muestra a la alteña en su faceta como mamá que se encariña con un felino que llevó su hija) ha alcanzado un total de 68.000 “me gusta”, 2.900 comentarios y 48.000 compartidas.

Números fuertes para una influencer que aterrizó en las arenas digitales hace no más de siete meses. La cifra toma mayor realce si al frente consideramos uno de los posteos del conocido Alvinich, quien en su video del 14 del presente sumó 2.900 “me gusta”, 182 comentarios y 576 compartidas. Los números quedan cortos, teniendo en cuenta que se trata de un personaje que mueve a más de 373.000 usuarios y ostenta ya una fama ganada en el tiempo (de hecho, de las redes sociales saltó a la televisión).

La Warmi Rosa no se vende en las plataformas virtuales como creadora de contenidos, ni influencer. En su descripción dice un escueto “actor”.

La historia de la alteña comenzó por mera curiosidad y osadía. Consumidora habitual de Youtube antes de incursionar como protagonista, notó que una “chispa especial” faltaba en aquellos que ella seguía. Junto a sus dos hijos, Lidia decidió dar el salto y convertirse en la actriz de sus propias historias, con su hija Patty como representante.

Nunca consideró que sus videos tuvieran tantas reacciones. Luego de compartir el primero se produjo el fenómeno. En menos de siete días, La Warmi Rosa tenía alrededor de 10.000 usuarios interesados en sus vivencias.

Las temáticas que aborda en sus creaciones son variadas. Por ejemplo, es posible apreciarla conduciendo una “Ferrari” (titula “Manejando una Ferrari en Bolivia por un día-omitan el final”, pero, en verdad, se la ve montanda en un auto trivial).

En otro post aparece junto a su “hermana”, enseñando un tutorial de maquillaje. Todos los movimientos y diálogos invitan a la risa, responden a la comicidad, incluso la forma en que le pinta la cara a quien en el video actúa de su consanguínea.

En otra de sus publicaciones muestra cómo ser electricista “nivel warmi” y también cuenta las sensaciones de meterse en la piel de una gamer (jugadora) por 24 horas.