El 6 de abril, en la madrugada, el arquitecto Jaime Soria decidió irrumpir en las redes sociales con un video corto que en apenas unas horas se volvió viral. A través de dicho material, mostró una invención curiosa con su sello personal: un lavamanos a palanca de color anaranjado y tamaño mediano que no necesita contacto alguno para funcionar y brindar agua.

En apenas unas horas, el video causó sensación. A la fecha, cuenta con 49 mil  reacciones, 103 mil compartidas y 9.200 comentarios.

Soria relató que todo comenzó tras la sensación del temor por el coronavirus: “Esto no es casualidad, sino por el miedo al problema. Por eso uno va creando”.

El lavamanos a palanca cuenta, precisamente, con dos palancas: una está pensada para facilitar el agua, que se encuentra almacenado en una especie de tanque en la parte superior. La otra fue diseñada para dispensar jabón líquido. Todo, mediante un sistema que conecta los pedales situados en la zona inferior, justo para ser presionados por los pies.

“Planeé que no se toquen los grifos para evitar el contagio. Fui pensando el concepto hasta que lo pude desarrollar mediante AutoCAD y otros programas de computación. La intención es que la gente pueda tener este aparato en las calles, en lugares más críticos, como puertas de bancos y mercados. Más o menos de 160 a 200 litros alcanzarían para unas 420 personas”, detalló el arquitecto, que elaboró el primer prototipo del lavamanos con un grifo de plástico que luego fue cambiado por otro con mayor calidad.

Soria, quien se desempeñó como presidente de la Asociación de Inventores de Cochabamba, describió que el producto puede ser incorporado en hospitales y entidades municipales y gubernamentales. También creó una burbuja-paraguas, una estructura de material transparente diseñada para proteger el cuerpo de los agentes patógenos. Este elemento, que se apoya en hombros y cintura, permite que los fluidos y el aire contaminado no ingresen en contacto con las vías respiratorias de quien lo porte.