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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Trudeau, el cambio climático y los pueblos indígenas

Trudeau, el cambio climático y los pueblos indígenas
En días pasados, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, declaró que los pueblos indígenas están tomando un rol de liderazgo con respecto al cambio climático y que el conocimiento indígena podría ser útil para enfrentar este problema. En su intervención ante la Vigesimoprimera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21), en París, afirmó que “los pueblos indígenas han sabido durante miles de años cómo cuidar al planeta. El resto de nosotros tiene mucho que aprender de ellos y no hay tiempo que perder”. Se pronunció además a favor de implementar políticas que contribuyan al desarrollo de una economía baja en carbono y anunció que otorgará fondos a los países en desarrollo más afectados por el cambio climático.

Trudeau asumió el poder apenas el 4 de noviembre pasado y es relevante que, en su primer discurso a nivel internacional sobre un tema ambiental, haya mencionado el papel que juegan o pueden jugar los pueblos indígenas con respecto al problema del cambio climático, pues hasta ahora el Gobierno canadiense ha sido cómplice de las empresas mineras de su país, que no solamente contaminan de distintas formas, sino que llevan años –con el apoyo de los gobiernos locales– despojando de sus territorios a los pueblos indígenas de América Latina (y aunque en menor medida, también de otras partes del mundo).

Según Stephen Leahy, periodista experto en el tema ambiental, alrededor de 60 por ciento de las empresas mineras del mundo cuentan con capital canadiense. En México, más del 70 por ciento de los proyectos mineros pertenecen a empresas de ese país.

La industria minera es una de las responsables del calentamiento global, por la cantidad de combustibles fósiles que consume durante los procesos de explotación y procesamiento de los minerales, y porque en dichos procesos se emiten grandes cantidades de óxidos de nitrógeno y de ozono, que son también causantes del efecto invernadero.

De acuerdo al Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina, en esta región existen más de 200 conflictos sociales relacionados con la industria minera, y en 90 por ciento de ellos están involucradas empresas canadienses. Como consecuencia de estos conflictos, varios activistas han sido asesinados y otras muchas personas detenidas o desaparecidas.

El Gobierno canadiense se jacta de respetar y defender los derechos humanos, sin embargo, no ha hecho nada por minimizar el impacto negativo de las empresas mineras en las comunidades; más bien, les concede préstamos, las apoya políticamente y pone a su servicio a las embajadas.

Los pueblos indígenas se encuentran entre los más afectados por la minería, no solamente por el despojo de sus territorios, sino también por la contaminación en sus comunidades y por la represión violenta de la que son víctimas cuando se resisten al desarrollo de proyectos mineros en sus lugares de origen.

Si el nuevo primer ministro Justin Trudeau realmente pretende cambiar las políticas de su Gobierno en relación al medio ambiente, y de verdad cree que los pueblos indígenas juegan un papel importante en el combate al cambio climático, tendría que empezar por retirar el apoyo a las empresas mineras, reglamentar sus formas de operar (tanto respecto a lo ambiental como a lo social) y exigirles que respeten los derechos de los pueblos indígenas.