Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 13:26

Conciliaciones ilegales

Conciliaciones ilegales
Como si se tratara de un hecho simple y no un delito, se denunció que en Potosí todavía hay casos de violación que no son denunciados a la Policía, más al contrario son conciliados con el pago de animales.

Es una situación alarmante, que en pleno siglo XXI continúa en las áreas rurales de Bolivia, donde incluso se resuelve el problema obligando a la víctima a casarse con su violador.

Las autoridades judiciales deberían tomar acciones en estos casos y de una vez frenar estas prácticas que dicen que son originarias, pero que en realidad mellan la dignidad de las víctimas.

No es posible que violadores queden libres pagando simplemente una vaca o una oveja por el delito que han cometido.

La responsable de Buen Trato y Género del Servicio Departamental de Salud (SEDES) Potosí, Sandra Orellana, reveló esta situación hace unos días, indicando que hay autoridades originarias que dan este tipo de soluciones cuando un comunario o comunaria denuncia que su hija ha sido violada por otra persona del pueblo e incluso un familiar.

Asimismo, existen casos en los que directamente los propios familiares evitan denunciar el hecho por los comentarios que podría generarse en el pueblo.

Una violación no se paga con una vaca o un cordero, se paga con la cárcel y con una prisión que puede llegar a los 20 años.

En cualquier circunstancia, los violadores deben ser sancionados con la cárcel. Asimismo, la familia de la víctima en ningún caso debería conciliar el delito con el violador.

Ese tipo de conciliaciones son totalmente ilegales.

Alarma saber, que no es uno o dos los casos que se reportan al año, o que son hechos aislados. Orellana estima que en una gestión, al menos 40 casos se registran solo en un municipio.

Al no ser sancionados con la prisión, lo más probable es que los violadores vuelvan a repetir su delito una y otra vez.

Urge tomar acciones urgentes contra estas conciliaciones que, desde todo punto de vista, son reprochables.

Todos están obligados a denunciar al violador, porque el no hacerlo significa complicidad. Asimismo, en estos casos primero está la víctima y una vaca o un cordero no valen la integridad de la persona.