“La publicación del extraordinario de Cochabamba no nos deja lugar para discursos políticos. Ahora podemos decir francamente: El Alto Perú será libre porque Cochabamba quiere que lo sea; y los bravos cochabambinos cuyos brazos no tuvieron antes otro ejército que el cultivo de la tierra, se emplearán en destruir a los tiranos. Congratúlense los Patriotas de ver a Cochabamba compitiendo en gloria y heroísmo con la misma capital y fundando la igualdad que debe haber entre todos los pueblos. Los ilustres hijos de Cochabamba, siempre firmes en la energía que hasta ahora han desplegado, serán un seguro apoyo de la libertad”.

La Gaceta de Buenos Aires, septiembre de 1810

En octubre de 1808 se supo en Cochabamba la noticia de la invasión de los ejércitos franceses a España y el destronamiento del rey que fue sustituido por José Bonaparte, hermano de Napoleón.

En España, en septiembre de ese año, se reunieron los delegados de los comités provinciales para crear la Junta Central que reclamaba el gobierno en nombre de Fernando VII, hijo del rey destituido por los franceses.

La Junta de Sevilla había asumido la dirección contra los invasores franceses y pedía la adhesión de las colonias.

Llegó también la información sobre el alzamiento de Chuquisaca, el día 25 de mayo de 1809. Ese año agonizaba en cochabamba el gobernador, Francisco Viedma; cuando se supo de la insurrección de Pedro Domingo Murillo en La Paz.