La represa de Misicuni, que hace semanas exponía su base seca con el paso de un riachuelo, ya logró almacenar 300 mil metros cúbicos, una profundidad de siete metros en el túnel de desvío donde están las válvulas, según el presidente de la Empresa Misicuni, Jorge Alvarado.

Aunque este volumen todavía es menor en relación a lo que se necesita para enviar los mil litros de agua por segundo comprometidos para mayo de 2017. Se aguardan lluvias desde diciembre.

Se prevé que la represa de 120 metros de altura, solo puede almacenar hasta 80 metros con lluvias normales. Para llenarla por completo es necesario que se ejecute la tercera fase de obras, con dos túneles de trasvase de los ríos Vizcachas y Putucuni.

Alvarado explicó que las aguas muertas, o de reserva, de la presa deben alcanzar los 30 millones de metros cúbicos, una cantidad que hace unas cuatro veces más a la capacidad total de Escalerani.

Otros 30 millones deben acumularse para comenzar a utilizarse, es decir que debe haber un total de 60 millones.

El Presidente de Misicuni manifestó que, alcanzar esa cantidad dependerá de las lluvias. Acotó que, de acuerdo a los pronósticos meteorológicos habrá lluvia moderada, ni extrema ni sequía, desde el próximo mes.

Detalló que se estima que se tenga el caudal de reserva hasta mediados o fines de enero y el volumen útil para su uso, “si es un año regular de precipitaciones”, hasta finales del mes de abril e 2017.

A partir de mayo podría dotarse de agua a la ciudad de Cochabamba en una cantidad de mil litros por segundo. Para esto se requiere la conclusión de las tuberías hasta Cala Cala y la ampliación de la planta de tratamiento.

Las autoridades municipales garantizaron las aducciones para recibir los caudales.