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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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¿Cómo hacer que una broma parezca mucho más graciosa?

Las risas son contagiosas: es la conclusión a la cual llegó un estudio, pero no solo se trata de reír, sino también de lo espontáneas que son estas reacciones dentro de los grupos de personas reunidas.
¿Cómo hacer que una broma parezca mucho más graciosa?


Puede que sea una broma tonta o una de esas que no hacen realmente gracia. Pero si viene acompañada por una grabación de risas, lo más probable es que te rías tú también.

Esta es la conclusión de un estudio llevado a cabo por investigadores del University College de Londres, en Reino Unido, que constata que añadir risas "enlatadas" logra sin lugar a dudas que las bromas sean percibidas como mucho más cómicas.

También influye qué tipo de risas se escuchen: el efecto se potencia si estas parecen genuinas y no forzadas.

"La risa está influenciada por cuán graciosas parecen las bromas y creo que eso es porque la risa es una señal muy importante para los humanos. Siempre significa algo", dice Sophie Scott, profesora de neurociencia cognitiva y autora principal del estudio.

"(Con esas risas alrededor) estás recibiendo información no solo de que el chiste es gracioso, sino también de que está bien que te rías", añade. Es decir, la risa no es solo contagiosa, sino que también le da a los otros una especie depermiso para reírse, según este estudio publicado en la revista científica Current Biology.



Mejor con risas espontáneas

Los investigadores expusieron a 72 voluntarios a 40 bromas diferentes, desde las más divertidas hasta las menos chistosas.

Incluir chistes deliberadamente malos fue algo intencional, ya que los científicos querían asegurarse de que había espacio para que mejorase la reacción de los voluntarios tras añadirse las risas grabadas.

Un cómico profesional grabó dos versiones: una con risas enlatadas espontáneas y otro con risas enlatadas más preparadas.

Gracias a la adición de cualquier tipo de risa, la reacción de los participantes mejoró incluso en los chistes malos. Pero aquellos acompañados de risas espontáneas obtuvieron las mejores respuestas.

Las conclusión dicta que las bromas son más graciosas en grupo.